“Estatuari gerra, gerra beti
Pakean utzi arte”
“Guerra al estado, guerra siempre
Hasta que nos dejen en paz”
(Hertzainak, Pakean uzti arte)
Este breve escrito versa sobre un movimiento musical importante en Euskal Herria (denominación del nacionalismo independentista al territorio vasco o pueblo vasco) durante la década de los 80 que fue denominado “Rock Radical Vasco” (RRV, en adelante), denominación que no estuvo exenta de polémica, puesto que se intentó homogeneizar a un conjunto de bandas de distintos ritmos, posiciones políticas, filosofías de vida, con canciones cantadas en euskera (idioma vasco)o en español, que surgieron luego de la muerte del dictador Francisco Franco, en un momento de Transición a la democracia cargada de violencia política por parte de la organización terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA, Euskadi y Libertad) –surgida en 1959-, y del Estado español con los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación) –impulsado por el Ministro del Interior del Gobierno socialista de Felipe González, José Barrionuevo-.
En un contexto de cierre de industrias por la recesión económica que afectaba a España en la década de 1970, dejando desempleo, marginalidad, represión y desesperanza, muchos jóvenes decidieron expresar su descontento luego de varios años de silencio por la dictadura franquista (1939-1975). Al respecto, resulta aclaratoria las palabras del cantante de M.C.D (Me Cago en Dios): “porque es cierto que muchos han cogido la guitarra en vez de la metralleta” (El País, 1 de junio 1986).
Digamos, entre paréntesis –y en el marco del Plan ZEN (Zona Especial del Norte), con el objetivo de enfrentarse a ETA-, resulta muy ilustrativo un consejo del Ministerio del Interior español a los cuerpos de policías en Euskadi hacia la vestimenta de los jóvenes vascos: “desconfíe especialmente de las personas jóvenes, sobre todo si visten anorak oscuro, pantalón vaquero, zapatillas deportivas y bolsa de deportes” (citado en Dávila y Amezaga, 2003-2004:224).
No pretendemos realizar un análisis exhaustivo de un fenómeno complejo ni aportar nuevos elementos al estudio del RRV (con mucha documentación escrita y audiovisual, por lo demás), tan sólo queremos contribuir al conocimiento de un movimiento contestatario, que fue una vía de socialización y movilización político-cultural de toda una generación de jóvenes vascos, con sueños de un mundo mejor.
I
Lo primero que cabe decir al respecto es que el término RRV se utilizó por primera vez en 1983 en un artículo publicado en el diario Egin (Hacer), escrito por José María Blasco (ex manager de La Polla Records), después de un festival contra la adhesión de España a la OTAN en Tudela (Navarra), con la participación de grupos como Barricada, La Polla Records, Zarama, RIP, entre otros
[1].
Ya se ha dicho que el término fue controvertido, puesto que se pretendía aglutinar a una pluralidad de estilos de música y pensamientos. Esto último es algo particularmente delicado. Había grupos con distintas sensibilidades como Kortatu(más tarde Negu Gorriak) oBaldin Bada, abiertamente nacionalistas de izquierda, grupos anti-sistema como Eskorbuto o Barricada, o grupos con un proyecto político como La Polla Records(Lahusen, 1993:269-278).
En ese marco algunos grupos (no todos, obviamente) se ofendieron por esta etiqueta impuesta por los medios de comunicación, ya que consideraron que era muy “comercial”. Las sensibilidades de estos actores eran muy patentes. Fermín Muguruza, al respecto, vocalista de Kortatu, en 1986, decía: “lo del rock radikal vasco es un cuento, una tontería” (El País, 1986).
En relación a las temáticas, precisado lo anterior, estos grupos presentaron abiertamente a través de sus letras su crítica social y política a un sinnúmero de organizaciones de poder como –por ejemplo- el propio Estado español, la policía (Guardia Civil y Ertzainza), la monarquía española, la Iglesia católica, las fuerzas armadas, las empresas capitalistas, etcétera. Aunque también hubo espacio para hablar de otros aspectos de muchos jóvenes vascos de la época como el consumo de drogas, la autodestrucción, el pesimismo expresado en el “no hay futuro”, el desamor, etcétera, o la crítica al giro ideológico neoconservador de la política internacional (por los gobiernos de Reegan, Thatcher y Pinochet), o la solidaridad con movimientos revolucionarios en Centroamérica (por ejemplo apoyos al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional – FMLN) (Dávila y Amezaga, 2003-2004:227).
Cabe subrayar, por otro lado, que la difusión de la música del RRV se realizaba a partir de estaciones de radios independientes, revistas, fanzines, casas ilegalmente ocupadas (gaztetxes) y, obviamente, las distintas casas discográficas. Además un aspecto relevante a la hora de la difusión de todo el contenido de este movimiento fue el apoyo de partidos de izquierda abertzale (izquierda nacionalista vasca), en particular Herri Batasuna (Unidad Popular), pese a la negativa de algunos grupos como Eskorbuto. De hecho hay dos canciones de este último grupo “A la mierda el País Vasco” y “Haciendo Bobadas”, rechazando al independentismo vasco. Esta última canción, por cierto, comenzaba con las iniciales HB, iniciales de Herri Batasuna.
Tal partido, en efecto, lideró una campaña en 1985 llamada Martxa eta Borroka (Marcha y combate), en la cual organizaban conciertos con actos políticos abiertamente nacionalistas (Porrah: 130-131). Ello ayudó a las bandas a difundir su música por todo Euskadi, en la medida en que el RRV aparecía como un buen instrumento para difundir las ideas independentistas de la izquierda abertzale. Por lo mismo, Herri Batasuna intentó resignificar a la música punk y al rock, que anteriormente se asociaba al consumo de drogas y decadencia de la juventud vasca.
Agréguese a lo anterior, el diario Egin, que gracias a sus competiciones organizadas, permitió que muchos grupos se hiciesen conocidos como La Polla Records, Hertzainak(de Ertzainza, policía vasca), Kortatu(del nombre de un miembro de ETA asesinado por la policía), Barricada, Cicatriz, entre otras (Lahusen, 1993: 266).
II
En cuanto a los orígenes del RRV, podríamos decir que a mediados de la década de 1970 aparecieron los primeros grupos, influenciados por la música punk británica. Al respecto, es interesante como este estilo musical –caracterizado por letras corrosivas y de ritmos rápidos- permitió darle una mayor fuerza al contenido de sus letras. Letras que en algunos casos, por cierto, a posteriori fueron cantadas en euskera (lengua prohibida y perseguida durante la dictadura franquista) dando una sensación de rebeldía frente al estado de las cosas. Ello le daba un cierto tinte punk, contestatario y rebelde a todo el movimiento.En palabras de Roberto Mosso, vocalista de Zarama: “cantar en euskeraera de lo más punk”.
Se podría decir también que hay algunos antecedentes que señalan que la actuación de la banda punk británica The Clash, en el Estadio de Anoeta en Donosti (San Sebastián), contribuyó a los orígenes del RRV, donde aparecieron las ikurriñas dentro del público presente (Mosso, 2013:110).
Lo cierto es que a partir de ahí aparecieron los primeros grupos como Odio, Basura, Las Vulpess, Cirrosis y RIP, muchos de ellos originarios de zonas industriales de Euskadi. Posteriormente en la década de 1980 comenzaron a manifestarse otros grupos que le dieron un impulso fuerte a este movimiento. Estos grupos incluían a: Hertzainak, La Polla Records, Zarama, Eskorbuto, Barricada, Kortatu, Vómito, Tijuana in Blue, BAP!! (Brigadak Anti Polizialak o Babarruna ta Aza Popularra), entre otras.
Volviendo atrás, cabe en todo caso, aclarar que el movimiento no era homogéneo ni ideológicamente ni musicalmente. Sobre este último punto coexistieron varios ritmos que pasaban del rock (Barricada), ska-punk (Kortatu y Hertzainak), hardcore (BAP!!), reggae (Potato), punk rock (La Polla Records, RIP, Cicatriz). Además, por otro lado, aunque el español era el idioma principal del movimiento, algunos grupos decidieron cantar en euskera, especialmente Hertzainak y Zarama. En ese sentido, grupos como Kortatu también decidieron cantar en euskera, luego de haber cantado primero en español. El ya mencionado Fermín Muguruza, quien aprendió el euskera, creó otras bandas importantes dentro de la escena musical vasca e internacional como Negu Gorriak (Inviernos rojos), que cantaron todoas sus canciones en euskera, a principios de la década de 1990.
Digamos, por otra parte, que en 1987, el movimiento alcanzó su punto álgido cuando apareció el disco compilatorio Bat, bi, hiru…hamar (un, dos, tres…diez), publicado por el diario Egin, de 23 bandas, que sería el punto culmine de un movimiento que ya estaba llegando a una gran mayoría de público tanto en Euskadi como en resto de España. No obstante, ello fue el comienzo del declive del RRV, en cuanto a que muchos decidieron otros caminos, otros afectados por la heroína -conocida como “elcaballo”- y el SIDA en grupos como Cicatriz, RIP o Eskorbuto, mientras que otros terminaron como Kortatu, con su último álbum en vivo bajo el nombre Azken guda dantza (La última danza de guerra) en 1988.
III
Llegamos al final de este breve escrito, destacando que la música surgida en el contexto de 1980 canalizó el desencanto de toda una generación de jóvenes vascos, conectándolos en sus mismos problemas, suscitando todo un movimiento contracultural en todo Euskadi y el resto de España. En adelante, muchas bandas se inspiraron para hacer resurgir al RRV como Etsainak, Soziedad Alkoholika, Su Ta Gar, Skalariak, Berri Txarrak y Betagarri, como también dentro del Estado español en Reincidentes, Boikot y Extremoduro.
En la década de 1990, por último, el punk chileno se vio influenciado por el ingreso del RRV, demostrando que el punk si podía ser un movimiento de izquierda y radical. Los que más influyeron fueron -sin lugar a dudas- La Polla Records y Negu Gorriak en algunos grupos nacionales (Del Solar y Pérez: 150).
*Fabián Bustamante Olguín
Historiador
Área de Humanidades
Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas
Universidad de Chile
Bibliografía
Dávila, Paulí y Josu Amezaga (2003-2004), “El rock radical vasco en la década de los 80”. Historia de la Educación, 22-23, pp.213-231.
Del Solar, Felipe y Andrés Pérez (2008), Anarquistas: presencia libertaria en Chile. Santiago: RIL ediciones.
Diario El País, 1986. https://elpais.com/diario/1986/06/01/cultura/517960805_850215.html
Etchichury, Leandro (2008), Patria vasca y libertad: identidad política y violencia en el occidente europeo. Buenos Aires: Editorial Eudeba.
Lahusen, Chrsitian (1993), “The aesthetic of radicalism: the relationship between punk and patrotic nacionalista movement of basque country”. Popular music (1993), Vol 12/3, pp.263-280.
Mosso, Roberto (2013), “El rock radical vasco. Ruido y rabia en la “Zona Especial del Norte”. En. Rock around Spain: historia, industria escenas y medios de comunicación, editado por Kike Mora y Eduardo Viñuela. Lleida: Ediciones de la Universidad de Lleida, pp.105-122.
Porrah, Huan (2006), Negación punk en Euskal Herria. Ediciones Txalaparta.
[1]Aunque también se dice que fue una invención de la discográfica Soñua, que editaba los discos de estos grupos, a cargo de Marino Goñi. Véase, Paulí Dávila y Josu Amezaga, “El rock radical vasco en la década de los 80”. Historia de la Educación, 22-23, 2003-2004, pp.213-231. Por otro lado, cabe destacar que el diario Egin, fundado en 1977, tuvo un importante papel en la difusión de las tesis de la izquierda abertzale. En 1998, el diario fue clausurado por la justicia española, junto a la radio Egin Irratia, en la denominada “Operación Persiana” encabezada por el juez Baltasar Garzón. Al respecto, véase también, Leandro Etchichury, “Patria vasca y libertad: identidad política y violencia en el occidente europeo”. Buenos Aires: Editorial Eudeba, 2009, p.80.