Como un tiempo récord en su historia, Alemania cumple hoy tres meses sin gobierno, a la espera de las futuras conversaciones entre conservadores y socialdemócratas a principios de año.
En su discurso navideño, el presidente germano, Frank-Walter Steinmeier, aseveró este domingo que ‘vivimos en unos tiempos donde nos enfrentamos constantemente con lo inesperado y eso provoca inseguridad. Pero siempre habrá razones para sentirse seguros’.
Asimismo, agregó que el Estado funciona de acuerdo a lo previsto en la constitución, lo cual debe ser motivo de tranquilidad, aunque reconoció la actual incertidumbre de muchos ciudadanos.
Para Steinmeier, no todo imprevisto debe llevar a la frustración, y ‘esto es válido especialmente para la formación de gobierno, que de una forma inusual se está haciendo esperar’.
En este escenario, la sociedad alemana es testigo de una situación inédita creada en esta capital, tras el fracaso de las primeras conversaciones para formar una coalición entre conservadores, liberales y verdes.
No obstante, la canciller Angela Merkel, y el presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Martin Schulz, acordaron la próxima celebración de las negociaciones para llegar a un acercamiento entre ellos desde el siete de enero próximo.
Según un comunicado conjunto del bloque conservador y el SPD, el 12 de enero podría presentarse un resultado de las conversaciones, etapa denominada ‘sondeo’, para luego pasar a una segunda ronda con todos los partidos implicados.
Asimismo, Merkel y Schulz prepararon los 14 bloques temáticos que dividen la primera parte de las discusiones y establecieron otro capítulo para estudiar ‘la forma de trabajo del Gobierno y de los grupos parlamentarios’.
Para los analistas, este último punto es fundamental, pues indica que en ese periodo se va a estudiar el formato de la nueva dirección y, como consecuencia, se podrán confrontar las diferentes visiones existentes.
Una vez más, Merkel reafirmó su objetivo de formar una gran coalición de Gobierno con los socialdemócratas, basada en un pacto que aclare desde el principio los grandes proyectos para aprobar en la legislatura.
Por su parte, el SPD no está de acuerdo con este método, porque considera que daña su perfil, lastra su actuación en las urnas y le impide renovarse.
El partido de Schulz planteó en las últimas semanas varias fórmulas alternativas para dar estabilidad a un Gobierno encabezado por Merkel, pero con mayor flexibilidad hacia los socialdemócratas.
Si la reunión concluye con un acuerdo y los partidos implicados lo aceptan en el congreso extraordinario convocado para el 21 de enero, comenzará entonces la segunda ronda de las negociaciones.
Mientras, expertos auguran que esta fase podría durar varias semanas, y por tal motivo no será posible una virtual formación de un nuevo Gobierno antes de marzo.