Noviembre 16, 2024

Alberto Fujimori le salva el trono a PPK : (El ex dictador salva al lobista amoral)

Después de un debate parlamentario de cerca de 14 horas, (en política suelen hacer uso de la palabra los líderes y, posteriormente, los demás miembros de la Asamblea o el Parlamento reiteran los mismos conceptos de los dirigentes principales, pues se trata de figurar así sea con repeticiones),  el Congreso unicameral peruano no alcanzó a los dos tercios requeridos para vacar el cargo de Presidente a Pedro Pablo Kuczynski. Hacia las 23:30, hora peruana, el resultado de la votación fue el siguiente: 78 por la vacancia, 19 en contra y 21 abstenciones; los 19 en contra corresponden al Partido de gobierno – Peruanos por el Kambio -; los 21, a 2 parlamentarios del APRI, 10, del partido fujimorista Fuerza Popular y 9, al partido de izquierda Nuevo Perú.

 

 

Al comienzo del proceso de vacancia,  los 87 votos estaban asegurados – incluso, sobraban algunos votos con los 94 que estuvieron de acuerdo con dar curso al proceso de destitución -. Horas antes  de la votación, al menos estaban seguros 78 votos, justos los necesarios para vacar al Presidente de la República; se suponía que el parlamentario Kinji Fujimori, hijo menor del dictador, no lograría atraer para la abstención a ningún otro miembro de Fuerza Popular, pero la sorpresa se dio cuando diez diputados votaron por  la abstención, con el consiguiente quiebre de la disciplina de partido.

Posteriormente,   se supo que no fue su hijo, sino el mismo Alberto Fujimori quien llamó uno a uno a 16 parlamentarios que él suponía, podrían votar por la abstención; de este número 10 parlamentarios votaron a favor con su hijo. No hay “ninguna guerra civil” entre hermano y hermana, entre Keiko y Kinji-, pues decidió el “pater familia”.

No hubo ningún golpe de Estado fujimorista, no era necesario salvar la democracia, menos la República, pues estas lindas y poéticas palabras son simple trampa para cándidos y tontos, más bien se trataba de salvar al gobierno de un lobista, cuya culpabilidad estaba ampliamente demostrada, y no existía ninguna  diferencia entre la relación de sus negocios personales y los del Estado peruano. Kuczynski no tiene noción de culpa, pues es completamente amoral, y las peticiones de perdón a los ciudadanos es como música navideña. “Noche de Paz, noche de amor” – hasta el peor sinvergüenza tiene  una fiesta de Navidad con amor, pan de pascua y arbolito luminoso, lo cual es muy justo, puesto que todos los hombres son iguales para el Salvador de la humanidad -.

La derrota de la vacancia se debe al abrazo navideño entre el asesino de la Cantuta y Barrios Altos con el consejero y lobista de Odebrecht.

La víspera el juicio, PPK mejoró su estrategia: dejó de comunicar a la ciudadanía lo inexplicable y se lanzó de lleno a propagar entre los temerosos peruanos el miedo al caos. Ninguna sociedad humana puede funcionar en medio de un vacío de poder político, pues los borregos siempre requieren de alguien que los mande y el “miedo a la libertad” es una pulsión humana fundamental, como bien lo describe Eric Fromm. De manera muy sagaz, el Presidente de Perú, acompañado por los vicepresidentes Martín Vizcarra y Mercedes Araos, sostuvo que si al él lo vacaban, los vicepresidentes renunciarían de inmediata, dando a entender que el poder lo tomaría el  fujimorista Luis Galareta, quien tendría que llamar a elecciones de Presidente y Parlamento en un año plazo.

El discurso de defensa del Presidente fue escuchado en silencio y cortésmente, pero a nadie convenció. (Nunca se ha dado un caso de que el condenado logre salvarse, así sea brillante su discurso. El gran orador Georges Danton, a pesar de las horas en que se dirigió al tribunal revolucionario, no los convenció de su inocencia y, claro, ante la guillotina sólo pudo gritar “muestren mi cabeza, porque vale la pena”).

Después vino el turno del abogado defensor, el ex parlamentario Alberto Borea, un gran erudito, orador de los viejos tiempos, que adornó su discurso con citas de Montesquieu, Burke, Aristóteles y de su maestro, el ex democratacristiano Héctor Cornejo Chaves. La verdad es que algunos ignorantes parlamentarios – tal vez igual que en  Chile ante un discurso semejante – no sabían quiénes eran estos ilustres caballeros de la historia, pero cuando el abogado citó a Condorito, a  todos les cayó la teja, pues creían que el creador del personaje era peruano o colombiano, y que Pelotillehue se encontraba cerca de Bogotá y no en la zona central de Chile.

La congresista Yeny Vilcatoma, independiente ex fujimorista,  empezó su intervención atacando al socio del Presidente, Gerardo Sepúlveda que, al parecer – según el ex socio, Juan Antonio Vega – es un personaje  muy limitado en el tema de las finanzas, más bien un mozo de PPK, pero lo más  grave que se le atribuía era su nacionalidad chilena; según ella, el abogado Borea había citado a Condorito, también chileno – junto con Huevo Duro, Yayita y Cumpa -. (Posteriormente, supuestamente arrepentida, retiró los insultos xenófobos contra los chilenos ante la crítica del diputado chileno, Jorge Tarud).

La mantención en el poder de PPK, junto al debate por la  vacancia, ha contribuido a la división de los partidos políticos en el seno de ellos mismos, por ejemplo, en el APRA, con sólo 5 diputados, Mauricio Mulder pidió la expulsión de 2 diputados que votaron por la expulsión de Luciana León y Jorge del Castillo – Mulder y Castillo, en plena sesión del Congreso evocaron a sus respectivas madres -; por otro lado, Kinji Fujimori se enfrentó a sus posibles ex camaradas Miguel Torres y Hugo Becerro Carril; Keiko Fujimori habló de 61 diputados – 71 que son los actuales – eliminando los 10 que se abstuvieron. (Se espera un “lindo cuadro familiar” Fujimori para compartir la familia el pavo de Navidad).

Como Marcelo Odebrecht seguirá “cantando” ante los jueces brasileros, y  lo mismo ha el representante del Perú, seños Barata, lo más posible es sigan cayendo ex Presidentes, ex candidatos, incluso, congresales en ejercicio y algunos otros funcionarios públicos, entre ellos Alán García y Keiko Fujomori.  Si se perdona a PPK y se autoriza la libertad de ex dictador Alberto Fujimori, ¿por qué no puede hacerse lo mismo  con Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Nadine Heredia y tantos otros implicados? (Al final, tal vez el único preso será “Espinita”, el último de los chupamedias).

El haber pactado con el diablo le servirá de poco a PPK, pues no podrá gobernar con sólo 18 congresales y con el 70% de la ciudadanía que cree que ha cometido delitos. A su vez, el partido Fuerza Popular habrá perdido la mayoría absoluta, pues sólo queda con 60 diputados y, claro, Alberto fujimori, de ser liberado por gracia, podría presentarse como el próximo candidato a la presidencia de la república.

Perú, que crecía a más del 4% – envidia y admiración de los chilenos, apenas va a aumentar el PIB, tal vez, un 2% – además de una alza pronosticada del precio de la libra del cobre, Perú seguirá siendo un país de un alto subdesarrollo político, con partidos políticos carentes de ideología, salvo el histórico APRA, que ahora está reducido a su mínima expresión.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

23/12/2017            

 

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *