Piñera ganó, Guillier perdió.
No sólo ganaron los que votaron por Piñera, principalmente ganaron los grandes empresarios y las grandes fortunas que podrán seguir concentrando la riqueza del país; perdieron los que viven de su trabajo, de un sueldo o salario, o las esquivas utilidades de una pequeña empresa (aunque éstos nunca han comprendido esta situación; los obnubila el deseo de llegar a ser grandes empresarios y se mimetizan con ellos).
Los Partidos de derecha ganaron. Los Partidos de izquierda –y de la eufemística centro-izquierda-, perdieron.
Sin ofender, digamos que la inteligencia y la racionalidad, perdieron. Sin ofender, digamos que la avaricia y la competencia a toda costa, ganaron. Es decir, el mercado. (Que nunca ha sido inteligente y siempre competitivo).
El tema es qué ganaron los que ganaron y qué perdieron los que perdieron.
También es tema – hoy por hoy más recurrente- el precisar por qué se perdió; por qué se ganó. Creo este tema último requiere un poco más de estudio y de distancia del acontecimiento. Yo voy a recordar solo unas cifras para ayudar:
-En la 2ª Vuelta votaron 330.421 electores más que en la 1ª.
-En la 2ª Vuelta Piñera aumentó su votación en 854.851 votos. (Considerando la sumatoria Piñera/Kast).
-En la 2ª V. Guillier (considerando la sumatoria Guillier/Sánchez/Goic/MEO/Artes/Navarro) disminuyó en 496.554 votos (ya sé que para muchos es impropio hacer esta sumatoria; pero eso también es parte del pensar).
-En la 1ª V. Piñera/Kast obtuvo el 44,57% de los votos.
-En la 2ª V. Piñera obtuvo el 57,00% de los votos.
– En la 2ª V Piñera aventajó a Guillier en 635.834 votos.
– Piñera es elegido Presidente de la República con un 26,45% del total de votantes inscritos.
– Por “los cambios”, que representaba Guillier, votó un 22,02% del total de votantes inscritos. (Ya sé, también, que para muchos Guillier no representaba los cambios; es parte del debate necesario).
¿Quiénes ganaron y qué ganaron?
Ya dijimos quienes ganaron (que no tiene que ver con los que votaron por Piñera; no hay tantos grandes empresarios y grandes fortunas –aunque ideológicamente chorrean a los directores de empresa, empleados de confianza, y profesionales que aplica sus magíster y doctorados en apuntarle a los buenos negocios-). Ganaron en seguir profitando del dinero de todos los cotizantes en las AFP, ganaron en mantener sus negocios en educación y asegurar la exclusividad y calidad de la educación para sus hijos, ganaron en mantener los negocios de la salud con la posibilidad cierta de aumentarlos vertiginosamente al pasar las listas de espera a las Clínicas privadas pagadas por el Estado a precio de cliente millonario, ganaron en mantener a raya CODELCO y asegurar el litio para sus empresas, ganaron en chantajear a los trabajadores con ser reemplazados por extranjeros que ingresan a trabajar en lo que sea por lo que sea (ganaron en contratar extranjeros sin derechos laborales, sin derechos sociales, sin compromisos contractuales –para que realmente sean mano de obra más barata-). Los que ganaron, ganaron la tranquilidad de un sueño sin la joda de un aumento salarial superior al IPC para intentar acortar las brechas en la distribución del ingreso nacional. Ganaron impunidad para el narcotráfico, el grande, no el vendedor de papelillo, porque al tener demasiado dinero son parte alegre de los beneficiados con la protección al gran capital, al gran prestamista, al gran especulador, que para eso hay un presidente con experiencia… ganaron los inversionistas que esperan desde Wall Street los “incentivos” monetarios para colocar sus propias inversiones (Claro, no tendrán los incentivos de la seriedad en las licitaciones en el sistema financiero, en el cumplimiento de compromisos, en la estabilidad laboral –por que las huelgas…)
Dije que el sistema, luego del advenimiento de la democracia pactada, estaba en crisis. Sí. En crisis para soportar el proceso de cambios iniciado con nuestra presidenta Bachelet; pero para seguir esquilmando, el sistema se muestra aún robusto. Lo cual nos lleva a añadir que ganaron aquellos que temían una Nueva Constitución. Nuestros sistémicos parlamentarios ya no tendrán que inventar razones para oponerse a una Asamblea Constituyente y llevarse a su coto el cambio constitucional: no habrá nueva constitución (Seguramente se asociarán con el equipo de Ricardo Lagos para concesionar el litio, el desierto, el sol y los vientos; quizás también el combate a los incendios forestales, la reconstrucción luego de un terremoto: quizás concesionar las concesiones…)
Piñera ganó. ¡Qué lástima! Si a ti no te gustaba Alejandro Guillier, no importa: también perdiste.