El presidente Donald Trump volvió hoy a lanzar sus ataques cargados de prejuicio racial al asegurar que el actual sistema migratorio de reagrupación familiar y el de “lotería de visas de diversidad” sólo beneficia a “lo peor de lo peor”.
¿Creen que nos están dando a sus mejores personas? No. ¿Qué clase de sistema es ese? Vienen por lotería. Nos dan a sus peores personas, los seleccionan, pero “son realmente lo peor de lo peor”, agregó.
“Por eso, hemos hecho un llamado para que el Congreso termine con la migración en cadena (o reagrupación familiar) y para terminar con el sistema de lotería de visas para reemplazarlo con un sistema de inmigración basado en el mérito”, dijo Trump durante un acto en los cuarteles del FBI en Quantico, Virginia.
Con este mensaje, Trump redobló sus esfuerzos para desacreditar y poner a la opinión pública en contra del sistema migratorio del país basado en la reagrupación familiar y en la lotería de visas por diversidad, para tratar de reemplazarla con un sistema que esté basado en “méritos”.
Como parte de esta campaña, funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional aseguraron que casi 9,3 millones, de los casi 13 millones de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos entre 2005 y 2016, venían siguiendo a familiares que ya estaban en el país.
Durante la última década solo uno de cada 15 inmigrantes que recibieron la tarjeta de residencia permanente ingresó al país por sus capacidades.
De acuerdo con la agencia Bloomberg, las palabras de Trump no reflejan de manera fiel la forma en cómo funciona la lotería de visas, pues los solicitantes deben demostrar que tienen el equivalente de una educación secundaria o experiencia en un trabajo que requiere al menos dos años de capacitación.
También deben someterse a una verificación de antecedentes, y es Estados Unidos el que decide quiénes ingresan a su territorio, no los otros países, y puede negarles las visas a los ganadores de la lotería.
En el caso de la migración en cadena o reagrupación familiar, el presidente se refiere así a la preferencia del sistema migratorio estadounidense por admitir a familiares de ciudadanos y residentes legales, una práctica que él ya rechazó en el pasado y quiere sustituir por una selección basada en las habilidades de los aspirantes.