El gran poeta creacionista, Vicente Huidobro escribía, en su Balance Patriótico: “Que se vayan los viejos a sus casas. No quieran que un día los jóvenes los echen al cementerio…Que se vayan los viejos y que venga la juventud limpia y fuerte, con los ojos iluminados de entusiasmo y esperanza”. El mito de la juventud ha jugado un papel muy importante en la historia de Chile: en la época de Huidobro, los jóvenes en Turquía inspiraron los movimientos que pusieron en cuestión a la dominación oligárquica parlamentarista.
En Chile, el demagogo y aún joven Arturo Alessandri, peroraba contra los viejos “macucos” del senado. Huidobro, por su parte, publicó en el Diario Acción, de propiedad de Marmaduque Grove, una lista de políticos sinvergüenzas y agiotistas, (hoy, lobistas), hecho que le valió una sarta de palos que, según algunos, lo llevó a la muerte, en la Cartagena, donde vivía. La Revista Claridad, publicada por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, dedicaba muchos de sus artículos a denunciar la corrupción de la vieja oligarquía parlamentaria.
En las décadas del 40 y 50, la Falange tenía grito de guerra, “la juventud chilena, adelante”: eran los jóvenes que venían a reemplazar a los carcomidos reaccionarios conservadores. Antes del triunfo de Eduardo Frei Montalva, la Democracia Cristiana dominó en todas las Federaciones universitarias: la CONFECH era un verdadero feudo de la juventud democratacristiana, donde se formaron los líderes que luego fueron del MAPU y de la Izquierda Cristiana, (los primeros, pasaron de chascones y revolucionarios a lobistas y empresarios; en los segundos, al menos, quedan personas honestas, entre ellos Bosco Parra, Jacques Chonchol y mis dilectos amigos Francisco Acevedo y Manuel Jacques).
Es cierto que la juventud es una “enfermedad” que se pasa con los años y existen muy pocos viejos que continúan siendo jóvenes, hasta el sepulcro. Tiene razón el admirable dirigente actual, Gabriel Boric – a quien me acerca la misma afición y gusto por la historia – al decir que el Frente Amplio no es un movimiento juvenil, pues en sus filas hay diputados, hay “abuelitos jóvenes”, como Tomás Kirsch, Florcita Motuda y la valiente Pamela Jiles, entre otros, además muchos de estos jóvenes son más coherentes y acordes con el signo de los tiempos que los viejujos anquilosados, algunos con 25 años mamando de la dieta parlamentaria, sin ningún cargo de conciencia al comerse la plata de los pobres.
El Frente Amplio no tiene nada que ver con el antiguo mirismo, no tiene un pelo de ultraizquierdista y, menos, de maximalistas: son jóvenes viejos y muy serios y responsables en sus planteamientos, (por lo demás, el asambleísmo y la democracia directa y participativa es más antigua que la representativa.
Afortunadamente, los electores, en la primera vuelta, del 19 de noviembre, mostraron mucha inteligencia para enviar a sus casas al “cocinero” Andrés Zaldívar, al apitutado Osvaldo Andrade, al príncipe de los momios, Ignacio Walker y al “panadero” arribista, Camilo Escalona. Por suerte, el Parlamento se depuró de algunos “carcamales”.
Los antiguos partidos políticos, hoy por hoy, carecen de liderazgo: son la excrecencia y sólo les resta pasar a retiro; no hay ningún líder socialista, PPD, DC, radical, que pueda postularse a la presidencia de la república, (el independiente candidato Alejandro Guillier está lejos de convertirse en un puente entre dos generaciones.
En el Frente Amplio, por el contrario, irrumpe una pléyade de líderes, muchos de ellos de altísima calidad intelectual y moral; para citar sólo a algunos, me referiré al diputado electo Renato Garín, de 30 años, profesor de la Universidad de Chile y de la U. Alberto Hurtado, melipillano – igual que el Profesor Alejandro Venegas, de principios del siglo XX – estudió en Oxford y es autor de varios libros, entre ellos, El lobby feroz, y otro sobre la fronda oligárquica chilena; Garín, en su versión izquierdista, sería una especie de Alberto Edwards del siglo XXI y, además, sus análisis internacionales en la Radio La Clave, son profundos, informados y de alta calidad académica. Este diputado electo es muy valioso para compartir, en el parlamento, con tanto ignorante que adorna la “torta”, construida por Pinochet.
Otros diputados de alta calidad intelectual son Gabriel Boric, Vlado Milosevic, Tomás Hirst, y otros, sumados al alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp.
El desafío del Frente Amplio es subsistir y coordinarse con una alianza de 14 partidos y movimientos, que van desde los Liberales, herederos de los Liberales Rojos, del siglo XIX, hasta los autonomistas – a estos últimos los he seguido a raíz de las conferencias de la Fundación NO DO, en que se profundiza en el pensamiento contemporáneo de Antonio Gramsci -.
Fraternalmente, me permito una crítica de “viejo” respecto al excesivo purismo y aislacionismo que, a mi modo de ver, no conduce a nada, salvo a ser declarados beatos, que es lo contrario de un buen político. Del vanguardismo, purismo y voluntarismo puedo realizar una tesis, desde Jaime Castillo Velasco, pasando por algunos líderes del MAPU y la Izquierda Cristiana, hasta los movimientos juveniles de hoy.
De seguro, si logran mantener la unidad, el próximo Presidente de la República podría ser del Frente Amplio.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
11/12/2017