Diciembre 26, 2024

Cambio y Continuidad: sismos electorales 2009-2017

Como estudioso de nuestra historia electoral de Chile  no puedo conformarme con el análisis coyuntural en el cual incurren, en ocasiones, los analistas políticos, en consecuencia, para entender el nuevo Chile post elecciones de  2017, se hace necesario recurrir al largo período.

 

 

El año 2010 los cientistas políticos Mauricio Morales y Patricio Navia – editores – publicaron la obra “el sismo electoral de 2009. Cambio y continuidad en las preferencias políticas de los chilenos”, Ediciones Universidad Diego Portales. Como Chile es un país de terremotos,  seguramente muchos de los títulos de libros, columnas, ensayos y comentarios van a estar referidos al “sismo electoral de 2017.

Si bien el sistema D´Hont se aplicó en el Chile republicano hasta 1973 para las elecciones parlamentarias y, posteriormente, en las elecciones de concejales – hace poco tiempo – en el período  de la transición, muchas combinaciones políticas no entendieron las características del sistema D´Hont: en primer lugar, existen dos modalidades en la aplicación de ese sistema, el de lista cerrada, en que el elector vota por la lista, por el partido político o bien, la alianza de partidos; en este caso se aplica la cifra repartidora a la lista, y salen electos quienes ocupan los primeros lugares en la papeleta que, desde luego, son determinados por los dirigentes. (Este sistema que  se aplicó en Chile permitía elegir a un regidor, incluso, con un voto).

La segunda modalidad del sistema D´Hont es el de lista abierta, por el cual el elector vota por un candidato dentro de la lista – no por la lista misma -. Si se conociera bien el sistema D´Hont y  un poco de historia política de Chile se entendería que lo importante lo constituyen las listas y los pactos y tener “un millón de amigos” y no ser un lobo solitario, (le ocurrió al candidato a diputado, Alberto Mayol, que perdió contra dos candidatos de la sub-lista de Revolución Democrática, elegidos con el 2% de los votos; Mayol obtuvo más del 5%). El caso de la Democracia Cristiana, con el 10% de los votos, sólo obtuvo 13 diputados de un total de 155 escaños. “Todo por Chile” del Partido PRO, con 200 mil y un 3,58%, sólo obtuvo un diputado.

Es evidente que el sistema proporcional favorece los pactos y la multiplicidad de partidos y, en la mayoría de los casos, hay correlación entre el sistema electoral y el sistema de partidos políticos, (claro que difiero de la apreciación de Maurice Duverger, pues no es mecánica).

Otro elemento que va a tener importancia en el análisis del actual sismo electoral va a ser el estudio de los  sistemas de partidos políticos. El politólogo Giovanni Sartori, tomando como ejemplo la experiencia chilena de las elecciones de 1973, escribió sobre el pluralismo polarizado, es decir, que favorece a ambos extremos, y el clivaje se da entre derecha e izquierda. (No creo que en las recientes elecciones el sistema de partidos políticos se haya polarizado, a pesar de la buena representación parlamentaria del Frente Amplio,  y el relativo éxito de José Antonio Kast).

Entre los dos  sismos más relevantes – el de 2009 y 2017 – y la disputa entre Ricardo Lagos y Joaquín Lavín, en 1999, puede haber similitudes y diferencias: en 2009, el voto era obligatorio para los inscritos en los Registros Electorales; para 2017, la inscripción es automática y el voto voluntario.

La diferencia más importante se da en que en 2009 se aplicaba el sistema binominal y actualmente, el sistema D´Hont. Casi con el mismo número de votos – un tanto más para Beatriz Sánchez – el Frente  Amplio logró instalar en el parlamento a 20 diputados y un senador con  igual  porcentaje, el 20%. Por el contrario, en 2009, la Nueva Mayoría, de Marco Enríquez-Ominami,  (nombre adoptado, posteriormente,  por la candidatura de Michelle Bachelet), no obtuvo parlamentarios a causa del sistema binominal, que favorecía al duopolio.

En historia, “los por si acaso” no cuentan, pero es evidente que la Nueva Mayoría del PRO hubiera elegido, como mínimo dos diputados con las primeras mayorías, Álvaro Escobar, en Maipú y Marisela Santibáñez, en San Bernardo. La Nueva Mayoría no tenía capacidad de alianzas, a diferencia del Frente Amplio, que logró una alianza estratégica y un método de decisión coherente con una democracia participativa.

La candidatura de Marco Enríquez restó muchos votos a Sebastián Piñera: lo prueba que el 30% de sus votos se traspasaron a la derecha. Respecto al Frente Amplio, la mayoría de los votantes corresponderían a una ruptura con el sistema neoliberal, sin embargo, están cohesionados en pos de un programa de gobierno y una visión común de país. Beatriz Sánchez obtuvo la primera mayoría  en algunas comunas populares, entre ellas Puente Alto y La Florida – votaron por Manuel José Ossandón en las primarias de la derecha  y en estas recientes elecciones lo hicieron por la candidata del Frente Amplio -.

En todas las elecciones se dan elementos de continuidad y cambio: en el caso de 2009 y de 2017, no cabe duda que hay una fuerza de rechazo al modelo neoliberal y al duopolio del 29% en 2009 y del 27%, en 2017, por consiguiente, vuelven a instalarse los tres tercios con más fuerza que nunca, y no podría ser de otra manera con un sistema pluralista de partidos políticos, que propendan al multipartidismo (sistema D´Hont). Pero ¡atención! Los tres tercios sólo existieron en un período muy corto de la historia electoral de Chile y se quebraron con desaparecimiento del centro político y el sistema pluripartidista polarizado, a partir de 1973, con la CODE  y el Partido federado de la Unidad Popular.

Hoy, el centro político está muy a mal traer: la Democracia Cristiana ha elegido, apenas, 13 diputados y perdido más de 5; Ciudadanos y Amplitud no eligieron parlamentarios, sin embargo, ambas candidaturas, de Piñera y Guillier, para el balotaje del 17 de diciembre, van a propender a ganar votos del centro, por consiguiente, no se dará la polarización entre izquierda y derecha.

La Nueva Mayoría de Guillier se desplaza al centro y el Frente Amplio a la izquierda y   Piñera bipolar entre su derecha  e izquierda

Los megaterios de los traidores de la Concertación se van al  basurero de la historia.

Adiós a los  encuestadores  y periodistas que de puro chupamedias inventaron  un triunfo de su patrón en la primera vuelta.

 

Rafael Luis Gumucio Rivas  (El Viejo)

23/11/2017

 

 

Bibliografía

El sismo  Electoral de 2009

Cambio y continuidad

Mauricio Morales y Patricio Navia

Universidad Diego Portales

Le copie el  título confiéseme Padre

Giovanni Sartori  Partidos y sistemas de Partidos: Marco para un análisis Alianza Editorial Madrid 2005

Duverger  Maurice: Los Partidos Políticos                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       

Nota La idea de continuidad y cambio  se la debemos a Juan Gómez Millas

 

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