Un inmigrante de Uzbekistán, residente legal, condujo una camioneta rentada por un carril para bicicletas al lado del río Hudson, a unas cuadras del World Trade Center, en el sur de Manhattan, mató a ocho personas e hirió a 11 antes de chocar y ser baleado por una policía, en lo que se está calificando como el peor atentado terrorista desde el 11 de septiembre de 2001 en esta ciudad.
Las autoridades locales, estatales y federales consideraron, por ahora, que el atentado fue obra de un solo individuo y que no existen indicios de un complot más sofisticado. Sin embargo, de inmediato elevaron la presencia de elementos de seguridad en puntos críticos o vulnerables en toda la ciudad.
Un par de horas después del ataque, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, declaró que con base en la información hasta ese momento, esto fue un acto de terror
. El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, afirmó que no hay evidencia que sugiera un complot más amplio
.
Sayfullo Saipov, de 29 años, manejó la camioneta por más de un kilómetro en el carril exclusivo para bicicletas en West Street poco después de las 15 horas (local) arrollando a varias personas y dejando detrás sangre y bicicletas destruidas hasta que se estrelló con un mini autobús escolar cerca de la esquina de la calle Chambers, donde brincó de su vehículo gritando Allahu akbar (Dios es grande, en árabe) con un arma de perdigones y otra de pelotas de pintura.
Peatones –entre ellos estudiantes de una preparatoria pública que en ese momento estaban saliendo de clases– corrieron gritando que había un hombre armado, hasta que un policía disparó e hirió al agresor, quien fue detenido y trasladado a un hospital en estado crítico.
Seis personas murieron en la escena, otras dos en hospitales, mientras 11 más continúan internadas. Cinco de los ocho muertos era un grupo de amigos argentinos de Rosario que llegaron a Nueva York para festejar el 30 aniversario del egreso de su instituto politécnico, divulgó esta noche la cancillería de Argentina, que proporcionó una lista de sus nombres (otro más del grupo permanece en el hospital),
El gobierno de Bélgica informó que uno de sus ciudadanos murió, y tres más están hospitalizados. Aún no se habían divulgado las identidades de los demás al cierre de esta edición.
Según las autoridades, Saipov llegó a Estados Unidos proveniente de Uzbekistán en 2010 y obtuvo la residencia legal. Trabajó como chofer de camiones y vivió en Paterson, Nueva Jersey, y en Tampa, Florida. La camioneta fue rentada en Nueva Jersey.
Aparentemente, las autoridades federales sabían de Saipov, reportó el New York Times esta noche, ya que su nombre surgió de una investigación no relacionada con él, pero no divulgaron más. El rotativo recordó que en los dos años recientes, las autoridades federales realizaron una investigación antiterrorista que resultó en cargos contra cinco hombres de Uzbekistán y uno de Kazajistán por brindar apoyo material al Estado Islámico.
El presidente Donald Trump respondió primero por su medio favorito, con un tuit, en el cual declaró que en la ciudad de Nueva York parece haber otro ataque por una persona muy enferma y trastornada. Las autoridades están siguiendo esto de cerca. ¡No en EU!
Poco más tarde, continuó con otro tuit: no podemos permitir que ISIS (Estado Islámico) regrese, o entre a nuestro país después de derrotarlos en Medio Oriente y otros lugares. Basta
.
Pero no fue hasta más de 90 minutos después que Trump por fin emitó una expresión de solidaridad y condolencia con las víctimas: Mis pensamientos, condolencias y oraciones a las víctimas y familias del atentado terrorista de la ciudad de Nueva York. ¡Dios y su país están con ustedes!
Por su parte, el Consejo sobre Relaciones Americanas-Islámicas (CAIR), la organización musulmana de derechos civiles más grande de este país, deploró el ataque. Condenamos el atentado horrorífico y cobarde de hoy en Manhattan y ofrecemos condolencias sinceras a los amados de aquellos que murieron y fueron heridos
, declaró Afaf Nasher, director ejecutivo en Nueva York. CAIR llamó por la solidaridad, compasión y unidad entre los neoyorquinos frente al terror
.
Diversas figuras empezaron a enviar mensajes de solidaridad, desde Jeremy Corbyn en Inglaterra, hasta Barack y Michelle Obama, los líderes de ambas bancadas del Senado, Hillary Clinton entre una lista creciente de figuras nacionales e internacionales.
Mientras tanto, procedió el masivo desfile de Halloween en Nueva York esta noche. El gobernador Cuomo declaró: esta noche estamos en el desfile de Halloween para decir: no ganaste y no nos afectaste, estamos afuera, celebrando y haciendo lo que los neyorquinos hacen. Estamos viviendo nuestras vidas porque no vamos a permitir que ganen los terroristas. Punto
.
Pero a pocas horas de la tragedia, creció también la preocupación entre defensores de libertades civiles, expertos políticos y, ni hablar, defensores de inmigrantes de que el incidente ofrecerá al presidente y sus aliados un pretexto más para promover sus políticas antimigrantes y contra las libertades civiles. Esta noche, en su último tuit del día, Trump informó que estaba ordenando una revisión más extrema
de quienes desean ingresar al país.