Unos instantes después de finalizado el discurso en el Parlamento catalán de Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, el gobierno español calificó sus palabras de “chantaje al Estado retransmitido en directo” y advirtió que en ningún caso abrirá un proceso de negociación con unos dirigentes políticos que se han “situado al margen de la ley”.
Los voceros oficiales del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, trasladaron a los medios de comunicación, a través de mensajes de texto vía telefónica, que el mandatario español se encuentra reunido con sus colaboradores más cercanos para estudiar las medidas que adoptará de forma inmediata. Señalaron que “el Gobierno no va a ceder a ningún chantaje, no lo va a permitir y su discurso tendrá consecuencias”.
Y añadieron que “ni mucho menos se puede dar por sentado que los catalanes han dicho que quieren la independencia. Tampoco es admisible hacer una declaración implícita de independencia para luego dejarla en suspenso de manera explícita”.
Las fuentes del Ejecutivo, tal y como han hecho en los últimos días, no descartan ninguna medida de las previstas, incluida la aplicación del artículo 155 de la Constitución que establece la suspensión de la autonomía.