La cifra de víctimas mortales por el tiroteo ocurrido anoche en la ciudad estadounidense de Las Vegas aumentó a 58 y la de heridos a 515, informó hoy el alguacil Joe Lombardo en una conferencia de prensa.
La matanza se reportó anoche alrededor de las 22:00 hora local, cuando el presunto autor, identificado como Stephen Paddock, disparó desde el piso 32 del hotel Mandalay Bay, en el área central de la urbe, contra un concierto que se celebrara cerca de allí con la participación de más de 22 mil personas.
El sospechoso, que se habría suicidado antes de que la policía entrara a su habitación, fue encontrado con numerosas armas de diferente calibre.
De acuerdo con Lombardo, la policía completó la pesquisa en la habitación de hotel donde estaba el tirador, y también identificó otra propiedad asociada con ese individuo, donde ejecutan una orden de registro.
Por su parte, uno de los oficiales del Buró Federal de Investigación que participa en el caso tomó brevemente el podio para refutar la reivindicación del crimen realizada por el grupo terrorista Estado Islámico.
Según el agente, se ha determinado hasta este momento que no hay conexión con ninguna organización extremista internacional.
‘Se trata de un tipo enloquecido lleno de odio. No sabemos mucho acerca de sus antecedentes, pero ciertamente no es una extensión de lo que creemos’, manifestó, a su vez, la alcaldesa de Las Vegas, Carolyn Goodman.
El gobernador del estado de Nevada, Brian Sandoval, expresó que este es un hecho sin precedentes en la historia del país y llamó a los ciudadanos a realizar donaciones de sangre necesarias para la atención de las víctimas.
Fue un acto cobarde y despreciable, agregó el político republicano, quien agradeció la reacción de los equipos de primera respuesta y del resto de las autoridades.
‘Acabo de tener la oportunidad de visitar a algunos de los pacientes en el hospital y es inimaginable lo que la gente está pasando ahora mismo’, agregó.
A raíz de la matanza, el presidente Donald Trump anunció que viajará el miércoles a la urbe y ordenó que las banderas de los edificios y terrenos públicos, puestos militares, estaciones navales y buques de la Marina ondeen a media asta desde hoy y hasta la puesta del sol del 6 de octubre.