El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, acusó hoy al gobierno de Mariano Rajoy de suspender de facto el régimen autonómico y de aplicar un estado de excepción en esa región, que pretende separarse de España.
En una comparecencia en Barcelona, Puigdemont respondió así a la ofensiva lanzada por Rajoy contra el referéndum independentista del 1 de octubre, convocado por la Generalitat (ejecutivo catalán) y paralizado por el Tribunal Constitucional, que lo considera ilegal.
‘En estas horas, el Estado español ha suspendido de facto el autogobierno de Cataluña y ha decretado un estado de excepción’, denunció durante una declaración institucional.
Tras el arresto hoy por la Guardia Civil de 14 funcionarios catalanes, el mandatario regional consideró que la Generalitat es víctima de una agresión coordinada para evitar ‘que el pueblo de Cataluña se pueda manifestar con libertad el 1 de octubre’.
Arropado por sus consejeros (ministros), llamó a los ciudadanos de esa comunidad autónoma del noreste de España -de 7,5 millones de habitantes- a responder con firmeza y serenidad, acudiendo de manera masiva a las urnas ese día.
‘El 1 de octubre saldremos de casa, llevaremos una papeleta y la usaremos. Esta acción debe responder democráticamente a los que sólo hablan con el lenguaje del autoritarismo’, enfatizó.
Puigdemont enumeró las actuaciones políticas, judiciales y policiales desplegadas en las últimas horas por la administración central.
Entre ellas destacó la imputación de más de 700 alcaldes favorables a la celebración del referendo de autodeterminación, las irrupciones policiales de este miércoles en sedes de la Generalitat y las detenciones de altos cargos.
También se refirió al proceder de la Fiscalía General del Estado, a la que describió como al margen de la autoridad judicial, y a la intervención y bloqueo de las cuentas públicas de la autonomía catalana.
A su juicio, estas acciones son impropias de una democracia y propias de un Gobierno (el español) que ‘cruzó la línea roja que separa los Estados totalitarios’, puntualizó.
Varios cientos de personas se concentraron frente a las oficinas de la Generalitat en la llamada Ciudad Condal, en rechazo al dispositivo llevado a cabo este miércoles por las fuerzas de seguridad de esta nación europea.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, escribió en su cuenta de la red social Twitter que ‘es un escándalo democrático que se registren instituciones y se detengan cargos públicos por motivos políticos’.