Películas como Minority Report, Matrix, Terminator o Star Wars nos mostraron autos sin conductor, dispositivos con reconocimiento y control de voz o pantallas táctiles, avances tecnológicos futuristas que solo podían existir en un mundo de ficción. Sin embargo, esos elementos que veíamos tan distantes están presentes en la sociedad actual. Hoy, la Inteligencia Artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT) y la robótica están transformando el mundo.
La Cuarta Revolución Industrial está marcada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas. La Guía de Gastos de IDC pronostica que para 2020, los sistemas cognitivos y la IA moverán más de 47.000 millones de dólares, lo que se traduce en beneficios para las compañías con reducción del costo operacional, mejora en la eficiencia y automatización de procesos, entre otros.
Actualmente esa tecnología que “aprende” está ayudando a algunos departamentos de policía en el mundo en la identificación de crímenes. Es el caso del Estado de Carolina del Norte (EE.UU.), que utiliza el SAS Visual Investigator para descubrir pistas y comportamientos sospechosos que pueden representar un peligro para los niños. Eso sucede por medio de la integración de datos de la justicia criminal y del banco de datos de la salud pública.
Es importante resaltar que este aprendizaje no solo se basa en dar conocimiento a un robot o una máquina, sino que se fundamenta en entregarles herramientas para que analicen patrones estadísticos y algoritmos complejos que les permitan sacar conclusiones de manera autónoma.
Gracias a la inteligencia artificial y el aprendizaje automático (machine learning) podemos solucionar rápidamente situaciones que hace algunos años nos habrían tomado más tiempo. Este tipo de tecnologías nos permiten pasar de decisiones intuitivas al análisis de grandes cantidades de información y la predicción de comportamientos o acontecimientos futuros.
Siempre se debe tener en cuenta que las máquinas, a pesar de su gran utilidad, son lineales y nosotros no. Los sentimientos que solo tienen los seres humanos son nuestro gran diferencial. Es improbable que un día las máquinas sustituyan al hombre. Su función será la de ayudarnos en la ampliación de nuestra capacidad cognitiva para que el progreso en distintas áreas.
Por Marcelo Sukni, gerente general SAS Chile y Perú