Desde febrero de 2011, con la promulgación de la Ley 20500, el Estado de Chile ha expresado su interés en facilitar la participación de los chilenos en el manejo de las políticas públicas, aunque es necesario reconocer, que ello se ha desarrollado lentamente.
En enero de 2016, se dio un nuevo impulso a la aplicación de dicha ley, con la creación del Consejo Nacional de Participación Ciudadana y Fortalecimiento de la Sociedad Civil. Desde esa fecha, el Gobierno se ha comprometido a entregar los medios para que la ley funcione y, una de las medidas ha sido estimular la constitución de los Consejos de la Sociedad Civil, COSOC, en cada institución pública, conformados por representantes de organizaciones sociales, ONGs y otras expresiones de la sociedad civil a nivel nacional.
El desarrollo y funcionamiento de los COSOC no ha sido fácil. En primer lugar por la desafección y desilusión que gran parte de la ciudadanía siente por la política, las actividades vinculadas a esta y el conjunto de la institucionalidad existente. No es fácil confiar, comprometerse de verdad y entregar el tiempo libre sin retribución de ningún tipo, cuando a diario se escuchan los cientos de artimañas que desarrollan los representantes del pueblo para conseguir la mayor cantidad de prebendas posibles, solo en aras de aumentar sus ingresos para perpetuarse en sus cargos. Es tanta la avalancha de denuncias que los políticos honrados quedan opacados por estas sin ningún espacio para hacer la diferenciación.
Al mismo tiempo, crea una cierta dificultad, el hecho de que para el buen funcionamiento de los consejos, se requiera un espíritu activo de la institución pública convocante, tanto en la motivación a los representantes, como en los elementos materiales y el tiempo que deben poner a su disposición. Es por eso que no todas las instituciones han creado sus COSOC. De hecho, muchos ministerios vitales en el desarrollo del país no los han conformado aún.
CONADECUS, la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios, está incorporada, activamente, a varios COSOC, con los miembros de su Directorio y ha enriquecido tremendamente su experiencia con las reuniones y tareas que estos están realizando, especialmente aquellas vinculadas a la problemática de los consumidores.
Muchos COSOC se destacan por la calidad de sus participantes, como es el caso del COSOC del Ministerio de Energía, donde hay representantes indígenas de las regiones afectadas históricamente por las empresas eléctricas y que se destacan hoy por el daño que estas hacen a los ciudadanos con su mal servicio, sus cortes arbitrarios y su ausencia de autocrítica.
El Presidente del COSOC del Ministerio de Energía es un líder mapuche, elegido democráticamente por el Consejo, quien hizo las gestiones para que la próxima reunión de este se haga en Alto Bío Bío. Allí, los miembros del COSOC tendrán la oportunidad de conversar con las comunidades de la región y lograr así una visión clara y en terreno de la situación de la energía en la zona. Esto ocurrirá en una región donde se realizaron luchas, duras y largas, lideradas por las comunidades indígenas de la zona contra la instalación de la Central Hidroeléctrica RALCO, cuya construcción les destruyó cementerios y tierras ceremoniales. Es de destacar que todas estas actividades pueden realizarse gracias al apoyo del Ministerio de Energía, quien no solo financia pasajes y colaciones a los miembros del COSOC, la mayoría de regiones, sino que entrega toda la información solicitada por los consejeros a través de sus profesionales que son de excelencia.
La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, SBIF, que en 2017 cumple 92 años de existencia, también se ha destacado, no solo cumpliendo su labor fiscalizadora, sino incorporando su COSOC a actividades vinculadas a la inclusión y educación financiera.
Desde 2014 está implementando activamente una serie de actividades que se agrupan en el mes de octubre llamado el Mes de la Educación Financiera y, gracias a la labor del Superintendente está entregando información a sectores cada vez más amplios.
El Superintendente, Don Eric Parrado, se ha destacado desde que asumió su cargo, por las iniciativas que ha desarrollado en torno a la educación, innovación e inclusión financiera, a todos los niveles, en regiones, dando charlas, entregando las estadísticas que elabora la SBIF y exponiendo su preocupación por el desconocimiento de finanzas que tienen los sectores más vulnerables. Estos sectores, jóvenes, microempresarios y adultos mayores, desconocen la realidad financiera del país y, al mismo tiempo, cuentan con los mayores índices de morosidad.
Según información entregada por el Señor Parrado, los estudiantes chilenos están entre los peores de la OCDE en comprensión financiera y solo el 3% de los estudiantes tiene algún conocimiento de finanzas elementales. Esto es grave si se considera que el 98% de los mayores de 15 años cuenta al menos con un instrumento financiero.
Es difícil imaginar que en otros países de América Latina, sus habitantes cuenten con tanto plástico que entrega créditos sin contar con ningún antecedente del beneficiario. Eso nos ha llevado a que en Chile los sectores más vulnerables hayan llevado el porcentaje de morosidad a un 48%. Los sectores preocupados por la delincuencia en Chile jamás consideran la morosidad como un elemento causante de esta. Menos el consumismo desatado que pregona a cada minuto la TV.
Es por esto, que las acciones de la SBIF son más loables aún y, muchas de estas iniciativas, que se llevan a cabo desde 2014, han tenido una inmensa repercusión. En el Mes de la Educación Financiera, la SBIF ha implementado el Concurso y Premio de Educación e Inclusión Financiera, en conjunto con la Universidad de Chile, el Instituto Milenio MIPP, y la Iniciativa Científica Milenio. Su objetivo es reconocer aquellas iniciativas que aportan a la innovación, a la inclusión y a la educación financieras. El Concurso tuvo gran éxito en los años pasados y ello se ha expresado en el aumento de la participación en 2017. En 2017 están participando un número importante de concursantes de colegios, medios de comunicación e instituciones financieras con propuestas creativas e innovadoras, en cuya selección también participó el COSOC.
También la SBIF ha organizado la Feria de la Educación Financiera que nuevamente este año se instalará en el Centro Cultural del Palacio de La Moneda. En 2016 recibió a veinte entidades públicas y recibió más de dos mil visitas.
Esperemos que poco a poco, mejoremos, que participemos más y así nos civilicemos, aunque sea despacito, despacito.
Alicia Gariazzo
Directora de CONADECUS