El presidente venezolano Nicolás Maduro, en rueda de prensa este miércoles con medios internacionales, indicó que su país está “actualmente en el peor momento con los EE.UU., porque el presidente Donald Trump no ha establecido un diálogo efectivo para la cooperación entre ambos pueblos”.
“El Gobierno de los Estados Unidos amenazó a Venezuela para imponer sus objetivos (…) Es una violación de la Carta Magna y de los tratados que tenemos con los EE.UU. donde se prohíbe la utilización de amenazas para las relaciones bilaterales”, aseveró.
El mandatario manifestó que “hoy enfrentamos una arremetida y una agresión imperialista de carácter mundial y la hemos enfrentado con la única arma que tenemos, que es con la verdad, porque desde la época colonial Venezuela ha sido el centro de una gran operación mundial de los viejos poderes imperiales porque vieron a nuestro país como la Venezuela alzada, la rebelde”.
En este sentido, el presidente Maduro instó al Gobierno de EE.UU. a iniciar un diálogo respetuoso, bajo la premisa del entendimiento. “Yo le voy a enviar una carta a Trump muy pronto, porque estoy seguro que si el la lee con un poco de buena voluntad muchas cosas pueden cambiar para bien y quiero que las relaciones cambien para bien y nos borremos tensiones, conflictos y problemas que le van a ser daño a un ambos pueblos”, expresó.
Maduro aseguró que el objetivo de Venzuela es superar el conflicto con EE.UU. “Pase lo que pase ojalá podamos tener un contacto de palabra telefónica, porque el camino del mundo debe ser el camino del diálogo, de la palabra y no de la guerra”, dijo.
Maduro también presentó el Informe del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) contra la injerencia del Gobierno de EE.UU., texto en el que la organización expresa su repudio a la injerencia estadounidense, pues considera que solo los venezolanos podrán superar mediante el diálogo la grave coyuntura que enfrenta el país.
Este informe señala que ninguna región del mundo, durante los últimos 200 años, sufrió tanto el acoso de un imperio como Suramérica. “EE.UU. estuvo por detrás de algunos de los más recientes golpes de Estado que vivió la región, en Honduras, en Paraguay y, recientemente, en Brasil”, sostiene el comunicado publicado por la organización.