Noviembre 15, 2024

Jeremy Corbyn: un gobierno para todos y no para unos pocos

Es interesante observar como la prensa chilena sistémica que patrocina los objetivos bastardos de la elite, y que trata de desnaturalizar la realidad para el resto de la población, le ha dado un carácter anecdótico y social que linda en lo ridículo, al renacimiento y cambio de rumbo del partido laborista en las elecciones recién pasadas en el Reino Unido bajo la dirección del Sr. Jeremy Corbyn.

 

 

De esta manera El Mercurio no va más allá en su análisis político de este relevante y novedoso proceso político, que contarnos superficialmente que el Sr. Corbyn estuvo casado con una chilena y que sus hijos han visitado el país. El columnista de este mismo diario, el Sr. Tironi, cuyos esperpénticos escritos siempre se caracterizan por doblar la cerviz frente al dinero y por propender al status quo lo beneficia, nos habla de una revolución en Francia con la elección del Sr. E. Macron. Sin embargo cualquier observador imparcial y sin los lentes ideológicos del Sr. Tironi advertirá que la tal revolución es inexistente, ya que el Sr. Macron, un oportunista aparecido a última hora, fue elegido con una gran abstención y apoyado por los bancos, la prensa conservadora y las elites francesas y transatlánticas y tiene un programa que reducirá aún más las oportunidades y los derechos básicos de las mayorías en su país.

Cuan diferente fue la historia de la campaña del Sr. Corbyn, que si reavivo la política en el Reino Unido, recreando de una manera estratégica y original las bases populares y democráticas del partido laborista. El Sr. Corbyn vilipendiado, con la mendacidad propia de la prensa derecha, en un proceso en el cual la prensa amarilla y patibularia de la familia Murdoch (parecida al duopolio de prensa chileno) llevo la voz cantante, fue tratado irrespetuosamente de débil, de terrorista, de chavista, de palestino, de cubano y de castrista, de boliviano, de pacifista, de árabe, de antisemita, de populista y hasta creo que de allendista y anti pinochetista, y de todo aquello que es anatema a la reacción y pueda constituir una barrera a la acumulación ilimitada de dinero. El Sr. Corbyn batallo dentro de su propio partido, un partido supuestamente de centro izquierda, con los parlamentarios de el manipulados por los bancos y la derecha económica y dirigidos desde las sombras por el vacuo y criminal bufón, el antiguo primer ministro Tony Blair.

El Sr. Corbyn, impertérrito ante los ataques de la prensa y de algunos miembros de su propio partido, acudió una y otra vez de una manera políticamente astuta a las bases de la organización,  las cuales sus partidarios movilizaban de puerta en puerta y que fueron capaces de bloquear los intentos repetidos de removerlo como jefe de este. Las diatribas y las calumnias contra el Sr. Corbyn en la prensa alcanzaron un crescendo infame con el llamado de la primera ministra T. May a elecciones prematuras y que la elite interpreto como una maniobra y oportunidad para hacer desaparecer el partido laborista como una oposición férrea a las políticas reaccionarias del partido conservador. Sin embargo el partido laborista aumento su votación y el número de sus parlamentarios de una manera drástica, haciendo peligrar la mayoría conservadora y constituyéndose en un triunfo para la izquierda, también en una victoria personal para una larga vida política basada en principios y dirigida a aumentar el bienestar común.

Los opinologos de derecha, y sus tontos útiles en diarios auto designados progresistas tales como el Guardian, el New York Times y la inefable divertida corneta de El País, tratan aun de menoscabar los logros políticos de la estrategia participativa del Sr. Corbyn, diciendo que su triunfo se debe a errores de la Sra. May. Ignorando con ello la patética realidad económica y social de grandes segmentos de la población del Reino Unido que carece de trabajo, tiene salarios insuficientes y sufre innumerables necesidades insatisfechas en vivienda, educación, salud y seguridad social, mientras el país derrocha sus recursos en guerras inútiles. Este segmento de la población, partes importantes de la clase media y de la mayoría de la juventud encontraron en el programa del Sr. Corbyn “Un gobierno para todos” una respuesta a sus anhelos, permitiendo con esto la neutralización de la campaña del terror de la prensa nacional e internacional en contra de él y de su plataforma política.  

La lección de la campaña del Sr. Corbyn, como así mismo de las de los Srs. Sanders y Trump en los EE. UU. , es que está claro que la actividad política cotidiana, de visitas de puerta a puerta, de escuchar a la gente, de establecer con ellos un programa que responda a sus necesidades y de establecer organizaciones políticas de base, acompañado del uso de los medios sociales puede obviar las campañas del terror de la prensa establecida y reaccionaria y de sus plumarios a nivel nacional e internacional. Interesantemente, mientras que las elites políticas latinoamericanas. y especialmente las de México, que son vapuleadas de manera diaria y grosera por los epítetos racistas y xenófobos del actual ocupante de la Casa Blanca han enmudecido cobardemente, el Sr. Corbyn no ha dudado en llamar a estos hechos por su nombre y decir que deben ser disputados y desafiados de la manera más directa y substancial posible. La campaña del Sr. Corbyn también hizo un uso muy apropiado de toda la tradición de resistencia y de protesta política del Reino Unido que es cardinal para entender su éxito. No hay que olvidar que los ingleses abolieron la supuesta autoridad divina del rey cuando decapitaran a Carlos I en 1649, ciento cuarenta años antes que los franceses y en el Siglo XIX y hasta la mitad del Siglo XX, los trabajadores diariamente realizaban huelgas y protestas con gran apoyo popular, contra sus deficientes condiciones de vida. 

En este contexto de una consistente tradición política de resistencia tampoco es casualidad que J. Corbyn terminara la última concentración de su campaña leyendo los versos del poeta P. B. Shelley “ … levántense como leones después de la siesta / en una mayoría invencible / sacúdanse de sus cadenas como que fueran roció / cadenas que los habían aprisionado mientras dormían / Nosotros somos muchos – ellos son una minoría …” . Estos versos, se encuentran en el poema  “La máscara de la anarquía”, que Shelley escribierapara condenar y conmemorar la masacre criminal de trabajadores que pedían una ampliación de la democracia en Peterloo, Manchester en 1819. Sin lugar a dudas, el trabajo político diario y serio del Sr. Corbyn y de sus partidarios, sus esfuerzo para formular una programa político que satisfaga las necesidades de la mayoría y la inserción de estos esfuerzos en una tradición de resistencia y protesta social han sido capaces de revolucionar la vida política del Reino Unido con proyecciones insospechadas para Europa y el mundo. En Chile las fuerzas políticas que se dicen nuevas, renovadas y progresistas, al mismo tiempo que abjuran del presidente Allende, de la revolución cubana y de la rica tradición chilena de luchas políticas, podrían tal vez estudiar el promisorio movimiento multitudinario del Sr. Corbyn y de sus partidarios, para entender mejor el porqué de los nimios y débiles resultados de sus esfuerzos para movilizar a importantes segmentos de la sociedad chilena. 

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