El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo que la “injusta” detención, juzgamiento y condena de los 9 aduaneros bolivianos en Chile, entre el 19 de marzo y el 21 de junio, representa una agresión a los 10 millones de bolivianos, al recibirlos en el Palacio Quemado de La Paz el miércoles por la noche, horas después de ser expulsados y puestos en frontera por autoridades chilenas.
“Es una agresión a los 10 millones de bolivianos”, afirmó el mandatario boliviano durante un acto en que su gobierno destacó la valentía de los 2 militares y 7 agentes de aduana.
Los 9 bolivianos, que recuperaron su libertad, tras la expulsión dispuesta por una juez chilena, en el puesto fronterizo de Pisiga, en el límite suroeste con Chile, a primera hora del miércoles, fueron procesados por cargos de robo, contrabando y porte ilegal de armas.
Los 9 aduaneros fueron escoltados hasta La Paz por sus familiares y una caravana de vehículos que llegó a La Paz hacia las 18h00 locales.
“No se pueden entender cómo los que combaten el contrabando sean acusados de contrabandistas”, afirmó Morales.
Morales enfatizó que el juzgamiento fue una represalia del gobierno de Chile por la demanda marítima interpuesta por Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.