Noviembre 15, 2024

El rol del PC y el anclaje social del Frente Amplio

Hace tres años, el Partido Comunista decidió ingresar a la Nueva Mayoría, coalición que proponía un programa ciudadano, con el objetivo de impulsar reformas desde el gobierno, a la vez que continuaba en el movimiento social. “Nuestra decisión de entrar fue buena, porque este Gobierno inició un proceso de reformas necesarias para el país”, dice Guillermo Teillier.

 

Pero, ¿ayudó la estrategia del PC a dar una salida al neoliberalismo? Para Izquierda Autónoma, una de las 12 fuerzas del Frente Amplio, ese objetivo no se cumplió. Giorgio Boccardo recuerda que el comunista Marcos Barraza, ministro de Desarrollo Social, ha aplicado en esa cartera la misma focalización de políticas que utilizaron los dirigentes UDI en el ex Mideplan de Pinochet.

“¿En qué se distingue esta gestión de otras protagonizadas por gobiernos neoliberales? En casi nada. Mantener el gasto social focalizado de un Estado que subsidia la acumulación empresarial sólo atenúa los efectos más nocivos de la concentración de la riqueza”, dice, a la vez que advierte que el Frente Amplio “también corre el riesgo de terminar gestionando la política social de la dictadura. De ahí que resulte fundamental debatir sobre cómo enfrentar a los grupos empresariales forjados en el capitalismo de servicio público criollo”.

Y Víctor Orellana, de Nodo XXI, critica que el PC acuse al Frente Amplio en vez de ver ahí una opción transformadora que no existe en la Nueva Mayoría. “¿Cuánta fuerza tendríamos si estuviéramos juntos? Ese es el polo al que temen los dueños del país, y también la fuerza que nos permitiría, de manera más eficaz, sumar fuerza con los sectores democráticos que todavía existen en la política oficial”, plantea.

En esa línea, el historiador Luis Thielemann explica que “sin masas movilizadas imponiendo su interés al Frente Amplio, este corre el riesgo de ser absorbido por la transición”, y que sin una estrategia de salida del neoliberalismo, como le ocurre al PS y PC, el grupo de fuerzas emergentes “deja de ser una fuerza política de perspectiva histórica, y al igual que el resto de la izquierda del siglo XX, se convierte en una oferta más en el mercado electoral”.

 

El retroceso de la autonomía de las mujeres

En los próximos días, continuará la discusión legislativa del proyecto de despenalización del aborto en tres causales. En la última votación, la Comisión de Salud del Senado estableció que las niñas menores de 14 años deban contar con la autorización de un Juzgado de Familia para interrumpir su embarazo, y próximamente se votará la idea de si las clínicas pueden obligar a sus médicos a no asistir abortos. En ese contexto, Daniela López, del Frente Feminista de Izquierda Autónoma, acusa que cada etapa que ha enfrentado el proyecto “constituye retrocesos a la posibilidad de avanzar en la autonomía de la mujer y cuyo cuestionamiento ha sido mayoritario desde las organizaciones feministas”.

“Estas ambivalencias ponen en riesgo las mismas iniciativas de leyes, ya que terminan siendo expresión de una transacción a favor de una política patriarcal y anti-derechos”, añade López y recuerda que Beatriz Sánchez, la precandidata del partido, se comprometió a avanzar en el derecho a decidir de las mujeres sobre sus vidas y el aborto legal.

 

El Colegio Médico se mueve a la izquierda

En un resultado histórico, la lista de izquierda “Oxigenando al Colmed” se impuso con el 53% de los votos en las elecciones del Colegio Médico, colocando a Izkia Siches en la presidencia, siendo la primera mujer que ocupará el cargo. La lista también era integrada por miembros de Izquierda Autónoma, entre ellos los dirigentes Natalia Henríquez y Camilo Bass, quienes fueron la segunda y tercera mayoría en el Regional Santiago, respectivamente, y Gonzalo Rubio, que fue electo consejero con la primera mayoría nacional.

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