Según las encuestas, de distinto tipo, publicadas o privadas, la candidatura de Goic (DC) no prende.
Las encuestas pueden estar manejadas y alteradas pero eso lo dicen todas ellas, incluidas las de encuestadores DC.
Es lo que hay. En diciembre de 2016: 1% según Cadem, Adimark y Criteria Reaserch. En febrero de 2017: 1% según Criteria, 1% según Adimark. En marzo y abril llega al 2%. En mayo de 2017 una encuestadora le da el 3%.
Está por debajo de Piñera, Beatriz Sánchez, Guillier, Parisi y empata con Ossandón.
Está en el 5° o 6° lugar, amenazada ahora por MEO, que la puede dejar séptima.
Es el peor lugar desde la fundación de la DC, hace casi 60 años.
Sólo comparable con el período de la Falange (1937 a 1956). La Falange estaba naciendo; hoy la DC objetivamente está declinando.
Ha sucedido así con los partidos que se han denominado “de centro”.
El gran Partido Radical de fines de los 30 y principios de los 40 bajó de ser un partido del orden del 30% a ser un partido del orden del 5% hoy.
El gran Partido DC que en los años 60 fue de más del 40% estaba, hasta la última elección de concejales, en el orden de 25% menos.
En estos días está en el 20% menos, con menos del 5%.
Otro partido de centro, el Partido Agrario Laborista (PAL) duró sólo trece años, desde 1945 a 1958, teniendo en esa historia una gran votación en el vértice de los años 50, con Carlos Ibáñez del Campo.
El deterioro histórico del PR y de la DC no se debe a la represión institucional sino al desgaste centrista.
Las direcciones nacionales del PR ó del PDC no fueron ultimadas por la dictadura. El electorado democrático democraticamente les dio las espaldas. No hay detenidos desaparecidos radicales o demócrata cristianos. Ni ausencia de recursos.
¿Puede Goic (la DC) remontar el 3% que muestra en las encuestas? Creo que sí, si la propaganda de algunos que estuvieron con Lagos (Pizarro, Burgos, León) y la adhesión de muchos que votaron por ella en la elección de concejales se arriesgan ahora por la candidata de Frau Merkel aunque estén seguros que no pasará a segunda vuelta.
Su remontada, de ser espectacular, podría llegar a dejarla incluso hasta en tres veces más, digamos un 9 ó 10%, que siempre será menor a los porcentajes de Piñera, Sánchez y Guillier.
En la política, como en la vida, hay subjetividades pero también hay objetividades, y es muy difícil que Goic supere en los próximos cinco meses a Piñera o a Sánchez o a Guillier.
¿Qué pasará con el Partido Demócrata Cristiano chileno si llega en cuarto lugar en noviembre, que es lo más probable?
Con un porcentaje tipo 10% o menos ¿podrá sacar congresistas si los primeros tres alcanzan, por ejemplo, el 30, el 20 y el 15 por ciento?
No es aventurado pensar, a estas alturas, que la DC va a estar en el 4° lugar de la presidencial y que sacará muchos menos congresistas que los que hoy día tiene.
Todo eso con un discurso crítico a Bachelet y opuesto a lo que queda de la Nueva Mayoría y opuesto al Frente Amplio (que entre los dos pueden triplicarla o cuadrupicarla).
Y conducida de cerca por su sector más conservador y equivocado (ese que ya no entiende la nueva realidad de Chile) y de lejos por la dirección de un partido alemán que poco conoce ya la realidad de América Latina, que cada día le importa menos.
Su desaparición en Chile no sería extraña. Desapareció ya en Argentina, Uruguay, Perú. Sobrevive en Venezuela donde fue grande. Y se disolvió en España, Francia e Italia. Podemos decir que así como los seguidores de Marx, Lenin y Gramsci han disminuido en muchas partes del mundo, los seguidores de Maritain y de Mounier han prácticamente desaparecido. Se acabó esta tercera vía.