El 16 de enero, hace poco más de tres meses, publicamos aquí una columna titulada “Garúa en Berlín y se divide el centro en Chile”.
Repito ahora párrafos textuales de esa columna:
“Una leve garúa en Berlín, en septiembre del año pasado (2016), a fines del verano europeo, está por provocar el fin del actual centro político chileno.
El día 3 de septiembre del año recién pasado (2016),seguía mi artículo, La Segunda de Santiago de Chile, titulaba en su página 4: “DC alemana pide a Goic llevar candidato propio en la elección presidencial de 2017. En el número siguiente de la revista chilena de la alemana Fundación Konrad Adenauer se destacaba “La DC alemana pidió a la DC chilena llevar candidato en primera vuelta” con fotos de Merkel y Goic. En La Segunda las fotos de Goic habían sido con Merkel y Volker Kauder”.
Y continuaba mi columna de 16 de enero:
“El 8 de enero de este año la DC chilena confirmó la línea germana que puede llevarla a levantar candidato propio en las elecciones presidenciales de fin de año y romper, así, la actual alianza de centro que sirvió para elegir a Aylwin, Frei Ruiz Tagle, Lagos y Bachelet.
Así, a mediados de este año, podrá dividirse la Nueva Mayoría en variadas tendencias y se abrirán aún más las posibilidades ciertas de triunfo de la derecha piñerista. La alianza con los comunistas no gusta en Berlín y la Presidenta Bachelet, aunque buena persona como dijo el Papa Benedictus, es claramente atea: lo afirmó también el ex Sumo Pontífice.
El camino hacia una nueva CODE (Confederación Democrática de la DC y la Derecha contra Allende) quedará pavimentado. Los líderes actuales de la DC saben que sólo así podrían ocupar La Moneda…en cinco años más, en la elección presidencial subsiguiente. Ese camino propio por el desierto habrá que recorrerlo con apoyo alemán para que Goic, Orrego o un Walker por fin trate de terciarse la banda y sueñe con renovar los mandatos de Aylwin y Frei Ruiz Tagle ahora con una combinación de centroderecha.
Al interior de la fuerza de Goic están los partidarios de levantar candidato o candidata propios en la elección presidencial de fin de año.
Si no cambian de opinión, a mediados de año se pulverizará la Nueva Mayoría y sus esquirlas caerán como fuegos artificiales de carnaval,victoriosos, en el comando de la derecha pinochetista…
Aunque parezca ridículo, la Internacional Demócrata Cristiana cree que el gobierno de Bachelet es un gobierno izquierdista, que debe terminar sus experimentos reformistas a fin de año.
En épocas pasadas, en las que los países comunistas apoyaban a la izquierda chilena, y particularmente al Partido Comunista, la DC y la derecha acusaban que “cuando llueve en Moscú… los comunistas chilenos sacan sus paraguas en Santiago”.
Ahora, en Chile, los que históricamente recibían orientaciones y recursos de Occidente…son los que siguen recibiéndolos hoy.
En septiembre pasado informaron, también el diario y la revista a que hemos hecho mención, que Goic se reunió en Alemania con la Vicepresidenta de la Konrad Adenauer, Hildigund Neubert. Reafirmó La Segunda que “La DC chilena tiene una estrecha y antigua relación con la Fundación Konrad Adenauer…a través de ella, dijo el diario, los alemanes apoyan proyectos de la DC chilena y fundaciones ligadas al partido de la falange”.
¡Qué escándalo se levantaría en Chile, decía mi columna, si el presidente de un partido chileno se reuniera en Moscú con Putín o en La Habana con Raúl Castro y cualquiera de estos le recomendara públicamente levantar candidato propio en la próxima elección presidencial! ¡Qué rasgadura de vestiduras si el gobierno de Venezuela lo hace con el senador Navarro!”
(Pero Berlín, repetimos, lo hace con la DC y nadie chista)
Terminábamos el 16 de enero: ¿No está prohibido, por ley, el aporte de “empresas” a las campañas y por extensión lógica a los partidos políticos? ¿No está prohibida la intervención extranjera en asuntos políticos internos? A la DC la pautean desde Berlín y le envían recursos desde Alemania, y no pasa nada”.
El 29 de abril, este fin de semana, sabremos hasta dónde las instrucciones alemanas se obedecen en Chile. Y cómo se moja la DC chilena cuando garúa en Berlín.