Noviembre 17, 2024

Mélenchon, el meteórico avance del candidato del cambio en Francia

Defensor de instaurar una VI República en Francia, el candidato izquierdista Jean-Luc Melenchon logró sorprender y colarse entre los cuatro grandes favoritos hacia los comicios presidenciales, un escenario completamente inesperado hace dos meses.

 

En febrero el líder del movimiento Francia Insumisa apenas lograba superar el 10 por ciento de la intención de voto, pero la dinámica campaña desplegada y su desempeño brillante en el primer debate televisivo celebrado a finales de marzo, lograron dar un vuelco a las previsiones que lo consideraban casi fuera del juego.

La tendencia ascendente se consolidó durante el segundo debate, en el cual fue seleccionado como el aspirante presidencial más convincente en sus planeamientos y el más cercano a las preocupaciones de los ciudadanos galos.

De esta forma, Melenchon consiguió avanzar varios puntos en el apoyo ciudadano hasta alcanzar un tercer puesto en la intención de voto, solo superado por la ultraderechista Marine Le Pen y el centrista Emmanuel Macron, mientras se encuentra casi empatado con el derechista François Fillon.

El experimentado político logró así convertir la campaña electoral en una batalla de cuatro, por lo que cualquier cosa puede suceder en las votaciones del domingo.

Con su reconocida capacidad de oratoria que le permite hilvanar largos discursos casi sin leer notas, el aspirante presidencial ha reunido a decenas de miles de simpatizantes en mítines gigantescos desarrollados en numerosas ciudades, a veces de forma simultánea gracias a la herramienta tecnológica del holograma, toda una novedad en esta nación europea.

En una escena que impactó a los galos, el candidato apareció el pasado martes en siete urbes a la vez: estuvo físicamente en Dijon y a través del holograma en Clermont-Ferrand, Grenoble, Montpellier, Nancy, Nantes y en Le Port, esta última ubicada en el departamento de ultramar La Reunión.

Convertido en el primer político del país en emplear tal herramienta, Melenchon logró reunir al mismo tiempo a más de 100 mil seguidores.

A su campaña, caracterizada por la frescura, el dinamismo y la búsqueda constante de la movilización ciudadana, se añade un programa que ha sido capaz de conquistar a muchos electores.

Su principal propuesta es pasar la página de la situación actual y edificar una VI República, lo que implicaría un cambio de carta magna a través de una Asamblea Constituyente y no mediante un pequeño comité, como sucedió en 1958.

‘La democracia política se resume en una idea central: la soberanía política del pueblo’, afirmó en uno de sus actos, en el cual defendió la necesidad de construir un nuevo modelo de desarrollo guiado por principios de justicia social.

Frente a un país ‘sometido al poder del dinero’, Melenchon llamó al cambio profundo y radical: ‘es la fraternidad, es el amor, es el cuidado por los otros… esa es la razón de ser de una sociedad’.

En cuanto a su proyección internacional, el candidato aboga por una reforma profunda de la Unión Europea y, en caso de no lograrlo, se muestra favorable a la salida de la zona euro.

También propone sacar al país de ‘esa alianza guerrerista’ que es la Organización del Tratado del Atlántico Norte, porque ‘Francia debe ser una potencia independiente política y militarmente’ sostuvo.

Melenchon defiende la necesidad de ‘construir una alianza no alineada y pacífica dirigida a proteger la paz en toda circunstancia’.

En su primera candidatura presidencial en 2012, Melenchon consiguió quedar en el cuarto lugar con un 11 por ciento de votos.

En esta ocasión, las circunstancias lucen muy propicias para lograr una amplia mejora de tal resultado.

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