Estados Unidos no tiene información “objetiva” sobre “el crimen monstruoso” que dejó el martes al menos 86 muertos en Siria y del que los occidentales responsabilizaron al régimen de Damasco, afirmó el jueves el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“Justo después de la tragedia, nadie podía tener acceso a esa zona” en Jan Sheijun, una pequeña localidad de la provincia rebelde siria de Idlib, aseguró Peskov a la prensa.
“Así, ninguna información de la que pueda disponer la parte estadounidense (…) puede estar fundada en materiales o testimonios objetivos”, subrayó.
“Nadie podía tener información fiable y realista” sobre ese “crimen peligroso y monstruoso”, insistió el oprtavoz del Kremlin, advirtiendo contra toda “conclusión precipitada” sobre lo ocurrido en la provincia de Idlib.
“No estamos de acuerdo con las apreciaciones que se dieron”, agregó Peskov.
Al menos 86 personas, incluyendo 30 niños, perdieron la vida en un bombardeo perpetrado el martes en Jan Sheijun. Los médicos detectaron síntomas de un ataque químico: pupilas dilatadas, convulsiones y espuma saliendo de la boca.
El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó el miércoles con pasar a la acción en Siria, un día después del presunto ataque químico, que Trump tildó de “acto de odio” y “afrenta a la humanidad”.
Con ese bombardeo, imputado al régimen sirio, se “han cruzado varios límites”, destacó, aludiendo a la “línea roja” que se había fijado su predecesor, Barack Obama, respecto a los ataques químicos del régimen sirio.