El primer día de su mandato presidencial, Donald Trump firmó una cláusula que excluyó a Estados Unidos del Tratado Transpacífico, imposibilitando la entrada en vigencia del TPP, hecho que hace un par de días se reconfirmó en el marco de su primer discurso ante el Congreso de dicha nación.
El gobierno chileno, reafirmando su opción por el libre comercio y en consonancia con los intereses de las transnacionales, citó a los doce países suscriptores de este acuerdo a una reunión extraordinaria el 14 y 15 de marzo en Viña del Mar, invitación que además extendieron a Colombia, Corea del Sur y China, con el fin de buscar una salida al aparente fracaso del Tratado Transpacífico. A la fecha todos los países han confirmado su participación, incluso Estados Unidos.
La plataforma Chile Mejor sin TPP, organización que aglutina a más de 120 organizaciones sociales, considera que la reunión de ministros en Viña del Mar demuestra que la agenda de comercio internacional del canciller Heraldo Muñoz y del Gobierno es la agenda de las grandes corporaciones y no la del interés nacional, puesto que no ha sido discutida con la participación de la ciudadanía y ni siquiera en el Parlamento.
Tomás Lagomarsino, presidente de la Fundación Equidad Chile y miembro de la plataforma, señala que tras la salida de Estados Unidos del TPP, la cancillería chilena quedó al descubierto en la defensa de un tratado que sólo beneficia a las grandes corporaciones.
“Como si no fuera poco haber negociado el Tratado Transpacífico por cinco años a espaldas de la ciudadanía, ahora nuevamente se reunirán, esta vez citados por el gobierno de Chile, y entre cuatro paredes decidirán cómo continuar vendiendo nuestro país. Probablemente después de esta reunión ya no habrá más TPP, pero podemos tener la certeza de que lo que nazca de ahí no beneficiará a los ciudadanos del mundo, sino que seguirá vendiendo nuestra salud, nuestro medioambiente, nuestras libertades y derechos” afirma Lagomarsino
Por su parte, Esteban Silva, presidente de Fundación Constituyente XXI e integrante de la plataforma, considera que “lo que se pretende es confundir a la ciudadanía planteando una falsa dicotomía entre el proteccionismo de países del norte rico, como el que propiciaría Trump, versus un ficticio libre comercio, también propiciado por los países desarrollados del norte. Muñoz pretende hacerla pasar como un proceso de integración latinoamericana, para beneficio de Chile, lo que está muy lejos de ser así”.
Chile Mejor sin TPP cuestionó la política de apertura comercial radical que ha llevado a cabo el país, sin que se hayan hecho estudios serios de las consecuencias y costos. Sin embargo, resulta evidente que Chile ha cometido importantes renuncias a su soberanía económica y política.
Ante este escenario, Chile Mejor sin TPP hizo un llamado a movilizarse en contra de este encuentro y a rechazar que se siga negociando el futuro de Chile sin la participación informada de la ciudadanía.