Según consigna el diario The New York Times, en un aparente giro de sus posiciones, que mantienen en vilo a millones de inmigrantes indocumentados, Trump aseguró ante un grupo de presentadores de televisión en la Casa Blanca que, desde su punto de vista, ha llegado el tiempo para explorar la posibilidad de una reforma migratoria que regularice el estatus de millones de indocumentados que no hayan cometido ningún crimen:
“El tiempo es el indicado para una reforma migratoria. Siempre y cuando haya compromiso en ambos bandos (entre demócratas y republicanos”, aseguró Trump en un mensaje que ha dejado entre sorprendidos y desconcertados a demócratas y republicanos).
El mensaje de Trump ha sido tomado con todas las reservas del caso. Particularmente, por el abismo que hoy sigue separando a demócratas y republicanos en el frente migratorio, donde numerosas iniciativas han fracasado en el intento durante las presidencias de George W Bush y Barack Obama.
A pesar de este guiño a favor de una reforma migratoria, se espera que en su mensaje a la nación de esta noche, el presidente Trump insista en la necesidad de reforzar la seguridad fronteriza y deportar al mayor número de “criminales y traficantes de drogas”.
No obstante estas declaraciones, que apuntan hacia un significativo giro en sus posiciones, no esta muy claro que el presidente consiga convencer a Angel y a Jaqueline García de Rayos, de 16 y 14 años respectivamente, quienes estarán hoy presentes durante el mensaje del presidente ante el pleno del Congreso.
La madre de Angel y Jaqueline, Guadalupe García de Rayos, fue detenida y deportada a México el pasado 8 de febrero, a pesar de que no figuraba en ninguna lista prioritaria para deshacerse de criminales o narcotraficantes.
Como se sabe, Donald Trump hizo del reforzamiento del muro fronterizo con México y la deportación de millones de inmigrantes indocumentados, el principal reclamo de su campaña y la piedra de toque para movilizar a la base extremista y conservadora y al electorado blanco que difícilmente vera con buenos ojos un giro en su campaña de acoso y persecución contra la comunidad inmigrante