Quedemos en que la patria merece respeto y dos veces más los chilenos que la habitan. No es posible aceptar y creer fácilmente en una nueva lectura política instrumental sin hacerse cargo de la historia, pero de toda la historia, esa que incluye derrotas. Adjuntar un documento nacido del debate entre cuatro paredes y sacudido a los cuatro vientos sin participación activa de los verdaderos actores, esos indispensables en la construcción de estructuras diferentes a las conocidas, no es legible, es tinta aguada, descolorida, más de loº mismo, mirar desde arriba.
En diarios y periódicos de cada tiempo/historia podemos encontrar abundante información sobre como nacían frente y referentes políticos, instrumentos necesarios para las elecciones a los que se les debe agregar los congresos partidarios, esas duras batallas donde no quedaban marginados hasta detalles personales. No fueron caminos sencillos subir candidatos presidenciales como Aguirre Cerda o Allende, era negocio político puro y muñeca hábil. Elegir diputados y senadores no era un cortarse las venas como por ahora, no había binominal. Salía el que más votos sacaba y fin del asunto tan primitivo. Nadie andaba con las cuentas ni las matemáticas eran fundamentales. Valía el ciudadano, el compañero, el camarada.
Chile ha conocido en su histórico pasado periodos más complicados que los actuales. Por estos días el modelo goza de buena salud. Banqueros y AFP siguen estando en el mercado, los corruptos alcaponinos de vacaciones, la banca desde sus esquinas presta dinero para comprar cosas y entre ellas pagar la educación como un asunto personal. Aunque los indicadores de crecimiento son bajos la patria no tiene el cartel de se vende. CasaPiedra paga luz y agua en tiempo prudente. El % más pequeño…. feliz.
Todas las generaciones tienen sus hombres y sus nombres. La derecha chilena se asustó cuando las palabras que levantaba el joven Francisco Bilbao intentaban colocar piedras democráticas en la construcción de la república. Los viejos conservadores, esos que se sentían los herederos y dueños de las batallas de la Independencia, amenazaban con el fuego eterno todos los conceptos nuevos y más aún, lo llamaban un engendro del diablo, como a la Sociedad de la Igualdad. Allí están los orígenes de los que insisten en una historia diferente.
Llegan y dicen que traen la fórmula para calentar el agua, pero eso ya está inventado. Aparecer en la política no es muy complicado, un timbre basta. Un discurso con escritos radicales y furibundos es ya algo también. Llevar un nombre a la papeleta presidencial no es subir una montaña, todo es posible. Algo más delicado puede ser el mantenerse pensando lo mismo. La gran mayoría termina afirmando el farol del realismo político, escribiendo cartas de amor bajo una farola. Añeja es la cueca del mal menor en segundas vueltas. Daniel el rojo, pasa sus días en un parlamento un poco menos corrupto que el de Valpo.
Es que hay que saludar a este nuevo intento…
El Frente Amplio tiene actores nuevos y de merecido respeto por su consecuencia, eso de ganarse los créditos en la calle habla perfecto, así son las cosas, por ese lado van los asuntos y los tiros. A su ritmo se irán haciendo más públicas las propuestas que todo un país quiere escuchar y que se concreten. Por ejemplo: que se aumentará el royalty minero para aportar más recursos y consagrar derechos fundamentales para salvar la precariedad de la educación, salud, pensiones, y también una nueva reforma tributaria.
Nada será posible sin una Nueva Constitución….….
Que se recortará el presupuesto a las Fuerzas Armadas porque se firmarán pactos de no agresión con los países vecinos. Que existirá un salario ético mínimo de 400.000 pesos. Que el gobierno tendrá un diario para informar a la ciudadanía de sus logros y promesas no cumplidas. Que Chile tendrá la misma prisión para los que cometan delitos y sean condenados. Millones quieren escuchar que la corrupción sea considerada delito grave con condenas no inferiores a 10 años de encierro efectivo. Que los parlamentarios recibirán un salario igual al que reciben millones de compatriotas. No han hablado de cultura todavía y se espera con ansias. Se deberá conocer ahora cuales universidades que lucran actualmente serán cerradas, así como también la relación en el nuevo modelo educativo para proyectar a Chile en los próximos cincuenta años que están por llegar.
Sería interesante decir a todos los chilenos que se construirá un nuevo buque escuela para los marineros, los delitos cometidos en la cubierta de la Esmeralda necesitan una reparación histórica y muy seria, es decir otro buque. Asombro causaría y hay que decirlo y hacerlo, los que asisten a las escuelas militares deben pagar sus estudios de forma personal, dinero propio o crédito bancarios con el aval del Estado Mayor, la misma fórmula que Ricardo Lagos y la Concertación lo hicieron con los ciudadanos de a pie. Cosas así se espera escuchar.
La crítica y las propuestas no pueden ser consideradas por los partidos y orgánicas que integran el FA como ataques. No sólo en el futbol se compran y venden jugadores. Los que sostienen y manifiestan posiciones revolucionarias muy respetables deben mirar con mayor detalle y profundidad toda la historia y hacerse cargo de ella. Los que llegaron a la Escuela Santa María o Ranquil o La Coruña o Puerto Montt. Ellos pagaron peaje para pasar por encima del hambre, la desesperanza, toda la suma oscura entre el día y la noche.
Chile no es un país al que se le debe mirar desde arriba, sencillamente porque abajo están los millones que han sido por tantos y tantas veces traicionados. La patria no quiere/necesita más iluminados, aspira a que no se sienta sola en las calles y en el sindicato. No basta ganarse al pueblo, hay que ganarse el corazón del pueblo y convertirlo en fuerza transformadora.
No es el Frente Amplio un salto nuevo al conocido vacío, pero en su interior algunos insisten en discursos revolucionarios, rebuscados, de antaño y con luces muy chiquitas, así no se gana, así se juntan y se habla sencillamente para los convencidos, y como dijera el Alcalde de Valpo, hay que ganarle al descontento y por supuesto convertirlo en nombres para el futuro parlamento, así se vencerá la apatía de la que nadie está libre, todos en mayor o menor medida han llevado agua para ese pozo.
Solo los dioses habitan el Olimpo, y muchos de ellos son tragedia que se cuentan desde hace tantos tiempos.
Pablo Varas
Escritor