El gobierno de Venezuela protestó enérgicamente las acciones arbitrarias y extraterritoriales cometidas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) contra el Vicepresidente Ejecutivo de la República Bolivariana de Venezuela Tareck El Aissami”.
A través de una declaración pública, señaló que estas acciones, que pretenden validar la existencia vulgar e inadmisible de un derecho imperial, dotando de poderes policiales especiales a entidades del gobierno estadounidense, carecen de la más mínima legalidad internacional y vulneran flagrantemente el Derecho Internacional Público, la institucionalidad internacional y los principios fundamentales que rigen la comunidad de naciones, tales como el respeto a la igualdad soberana y el principio de inmunidad de los Estados, constituyendo una grave afectación y agresión contra nuestra Patria”.
Constituyen además una infamia contra una altísima autoridad del Estado y constituye sin duda alguna un falso positivo contra un venezolano decente y digno, cuyas acusaciones en su contra no encuentran sustento alguno en la realidad, conforman una mentira grotesca a las que acostumbra recurrir el Imperio norteamericano para agredir, y forman parte de un entramado internacional para atentar contra una alta investidura y enervar el ejercicio de sus funciones.
Este lunes Washington impuso sanciones al El Aissami al que califico de figura importante en el narcotráfico mundial.
Según una declaración del Departamento del Tesoro, el alto funcionario fue ‘sancionado’ por desempeñar un papel significativo en el tráfico internacional de estupefacientes, lo que implica que no podrá hacer negocios con estadounidenses y si tiene activos en ese país serán bloqueados.
Tales acciones contra funcionarios del gobierno del presidente Nicolás Maduro no son nada nuevo en una relación larga y cargada entre Washington y Caracas, y la acusación de que El Aissami, el siguiente en la línea de la presidencia, es un narcotraficante, seguramente establecería un nuevo tono más hostil en las relaciones, indico el diario The New York Times.
Citado por ese rotativo Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, un grupo político en Washington, dijo que ‘esto puede ser visto como la salva inicial de la administración Trump en el manejo de la crisis más profunda de América Latina’.
A esta agresión se une que en una carta del 8 de febrero, 34 miembros del Congreso estadounidense instaron al presidente Trump a tomar medidas inmediatas para sancionar a los funcionarios venezolanos.