Los mercados cambiarios en América Latina en los últimos meses han sufrido de una gran volatilidad. Se han hecho apuestas contrarias grandes en los mercados de divisas de las monedas latinoamericanas, principalmente debido a las declaraciones, primero del candidato y luego del presidente de Estados Unidos, sobre el libre comercio y la política migratoria. Cuando dice México dice América Latina.
Desde las elecciones del 8 de noviembre de 2016, todas las monedas latinas perdieron frente al dólar, salvo el sol y el peso colombiano. Las promesas (o amenazas) de campaña contra América Latina, llevaron a que los mercados financieros descontaran los peores escenarios económicos. Estas son una posible guerra comercial debido al proteccionismo declarado, un impuesto a las remesas, la deportación masiva de migrantes ilegales, y el bloqueo del movimiento de personas. De otro lado, el aumento temporal de los precios del cobre, petróleo, oro y plata fue un gran soporte para las divisas de los países mineros y petroleros de la región así como el acuerdo de paz de Colombia.
Del 10 de octubre hasta la toma de protesta el 20 de enero, la moneda más afectada de América Latina fue el peso mexicano con una depreciación del 13.58%, dado que México es el país más hostilizado. El muro fronterizo, la deportación masiva y la renegociación del TLCAN o su disolución amenazan el tipo de cambio. Hay un superávit comercial mexicano con algunas complicaciones, como son, por ejemplo, la “producción compartida”, con 60% del total de bienes producidos entre ambos países fabricados en México y 40% en el vecino del norte, según Christopher Wilson, del Instituto México del Wilson Center, de Washington D.C. Esto no desanuda ni con aranceles ni con muros
La segunda moneda más afectada de la región fue el peso argentino por la certeza que la apuesta del gobierno de Macri sobre Estados Unidos está perdida. Los bonos de deuda argentinos son los de mayor rentabilidad en dólares y son cotizados en Nueva York con gran demanda. Es poco probable que Macri cumpla con las expectativas que tenía de mejorar las relaciones entre ambos países, y más probable que su bajo crecimiento económico sea aún más bajo si persiste en esa dirección.
Argentina es el primer productor de limones del mundo, si bien no los exportaba a Estados Unidos desde hace ya 15 años. El comercio se suspendió por un juicio entablado. Este año 2017 se tenía contemplado recomenzar las exportaciones del cítrico en marzo y abril pero el 24 de enero el Departamento de Agricultura de Estados Unidos anunció el bloqueo a la llegada de cítricos argentinos, ordenada desde la Casa Blanca.
Luego de la toma de protesta, el 20 de enero del 2017, todas las monedas latinas, a excepción del peso argentino, se han apreciado de manera significativa. El más apreciado fue el peso mexicano en un rebote especulativo, con 5.09%, seguido del real brasileño y peso chileno, que se apreciaron 1.90% y 1.98% respectivamente. El peso chileno y el sol peruano en general se han visto fortalecidos con los precios de los minerales a finales del 2016.
El real brasileño se ha mostrado bastante estable y se ha apreciado 1.9% desde la toma de protesta de Trump. Entre las causas de este comportamiento se encuentra: la firmeza del Banco Central brasileño que contrarresta la incertidumbre provocada por los escándalos políticos; que el real viene de una profunda depreciación desde el 2015; y los posibles beneficios para la producción de soja del mercado del pacífico dada la renuncia de EE.UU. al TPP que no le permitirá competir con las mismos aranceles que el resto de los miembros…
La renuncia del TPP por parte de Estados Unidos no afectó a las monedas latinas posiblemente por la inmediata reacción de China de incorporar a dichos países (México, Chile y Perú) al RCEP y FTAAP.
Los riesgos están presentes ante lo que aparentemente es la definición de nuevas reglas del juego internacionales de manera unilateral de parte de Estados Unidos en su redespliegue económico, análogo a los gobiernos republicanos de Coolidge y Hoover de los locos años 20 de gran prosperidad. Estos terminaron abruptamente en la gran depresión d
– * Oscar Ugarteche, investigador titular del Instituto de Investigaciones Económica de la UNAM, coordinador del Proyecto OBELA, miembro del SNI/CONACYT
Jose Luis Cal, Facultad de Economía UNAM, Proyecto OBELA.