El Papa Francisco ofreció el domingo un mensaje navideño de esperanza por la paz para un mundo lacerado por la guerra y el terrorismo, instando a recordar a migrantes, refugiados y a quienes son dañados por la inestabilidad económica causada por el “dios dinero”.
“Paz a los que han perdido a un ser querido debido a viles actos de terrorismo que han sembrado miedo y muerte en el corazón de tantos países y ciudades”, dijo Francisco en su mensaje “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) a las cerca de 40 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro.
El pontífice pidió por la paz en Siria, instando al auxilio inmediato para la exhausta población de Alepo, que fue recapturada hace pocos días por fuerzas del gobierno tras cuatro años de combates con los rebeldes.
“Es hora de que las armas callen definitivamente y la comunidad internacional se comprometa activamente para que se logre una solución negociable y se restablezca la convivencia civil en el país”, declaró Francisco.
En su cuarta Navidad desde 2013, cuando fue elegido el máximo líder de la Iglesia Católica, el Papa argentino también tuvo palabras para América Latina.
“Pedimos concordia para el querido pueblo colombiano, que desea cumplir un nuevo y valiente camino de diálogo y de reconciliación”, dijo el pontífice. “Dicha valentía anime también a la amada Venezuela para dar los pasos necesarios con vistas a poner fin a las tensiones actuales y a edificar conjuntamente un futuro de esperanza para la población entera”.
Francisco llamó también a palestinos e israelíes a que “tengan la valentía y la determinación de escribir una nueva página de la historia”, en medio de una nueva tensión luego de una resolución de la ONU que demanda el fin de la construcción de asentamientos.
El Papa afirmó además que la Navidad debía inspirar a todos a ayudar a los menos afortunados, incluyendo a migrantes, refugiados y aquellos “que sufren por las ambiciones económicas de unos pocos y la avaricia voraz del dios dinero que lleva a la esclavitud”. En la homilía del sábado, Francisco acusó que la Navidad ha sido “tomada de rehén” por el materialismo que deja a Dios en las sombras.