Noviembre 19, 2024

Así será la agrupación política de las FARC que aterriza en el Congreso

Imelda Daza, Francisco Tolosa, Judith Maldonado, Jairo Rivera, Jairo Estrada y Pablo Cruz serán los voceros en el Congreso del movimiento Voces de Paz y Reconciliación que será registrado ante el Consejo Nacional Electoral. Semana.com le cuenta detalles.

 

 

La primera impresión es la más importante y la más difícil de borrar. A pocas horas de que la Corte Constitucional despejara el camino para la implementación de las leyes y reformas que se requieren para el acuerdo, se comienza a proyectar cómo será el aterrizaje de las FARC en la arena política.

Siguiendo al pie de la letra lo que quedó consignado en el acuerdo, este jueves un grupo de ciudadanos registrará ante el Consejo Nacional Electoral el movimiento político que se encargará de promover la “creación del futuro partido o movimiento que surja de la transición de las FARC”: Voces de Paz y Reconciliación.

El nombre brotó inesperadamente este miércoles. Un grupo anónimo de ciudadanos convocó un encuentro en las instalaciones del organismo electoral. El fin es oficializar la formación del grupo político que se encargará de acompañar en el capitolio más de media centena de iniciativas legislativas que se requieren para aterrizar el acuerdo.

Se trata de un grupo heterogéneo de líderes que han sobresalido en distintas coyunturas del país. Aunque sus nombres no evoquen mucha recordación, sus acciones dibujan lo que ha sido de ellos: Imelda Daza, Francisco Tolosa, Judith Maldonado, Jairo Rivera, Jairo Estrada y Pablo Cruz.

“El mensaje que se quiere dar es que este nuevo movimiento involucra y compromete a gente más allá de la propia guerrilla. Hay otros sectores que tienen las puertas abiertas para estar allí. Ellos son los que de entrada van a tener la vocería de la organización”, manifestó Carlos Lozano, vocero de Marcha Patriótica a Semana.com.

De acuerdo con lo que quedó consignado en el acuerdo, los requisitos con los que deberán cumplir los seis voceros son: ser ciudadanos en ejercicio, exclusivamente para que participen en el debate de los proyectos de reforma constitucional o legal que sean tramitados mediante el Procedimiento Legislativo Especial para la Paz.

Además, serán citados a todas las sesiones en que se discutan los proyectos de acto legislativo o de ley correspondientes al acuerdo de paz. Podrán intervenir con las mismas facultades que tienen los congresistas durante el trámite legislativo, salvo el voto.

Es decir, estos nuevos representantes en el Senado y la Cámara tendrán voz pero no voto. Aunque mucho se había especulado sobre la figura de las FARC en el Capitolio, como alguna vez se les vio a los jefes paramilitares Salvatore Mancuso, Ramón Isaza y ‘Ernesto Báez, los tiempos aquí son otros. Por ahora, mientras terminan de tramitarse todas las reformas jurídicas y constitucionales como la Ley de Amnistía y el proceso de dejación de armas, su participación en esta primera fase, se hace practicamente inviable.

“Es una gente de mucho empeño que va a reflejar una nueva manera de hacer la política. Esto, sin los vicios de la política tradicional. Quizá sin la experiencia de algunos parlamentarios con mucha trayectoria pero que si tienen enormes capacidades y sobre todo de la realidad política y social del país”, agregó Lozano.

Las discusiones para definir quiénes llenarían la cuota cedida en el Congreso fueron “acaloradas”. “Imelda reclamó representación para la costa, Judith solicitó participación del nororiente colombiano (…) se evaluaron muchas cosas”, informó una fuente a este portal. 

Voces de Paz y Reconciliación no lleva mucho tiempo creado. Semana.com conoció que los ciudadanos que hacen parte del movimiento se han reunido una tres veces, y en la última se tomó la decisión de hacer el registro ante el Consejo Nacional Electoral. 

Al primer encuentro fueron 38 personas; al segundo, más de 100, y “hoy hicieron presencia” poco más de 53. La misma reunión en la que participaron este jueves Iván Márquez y Pastor Alape en la biblioteca del Congreso. 

“El movimiento está abonando esa nueva forma de hacer política que se quiere fomentar con la implementación de los acuerdos (…) las FARC no tienen voceros en el parlamento quien diga eso no se ha leído el acuerdo”, añadió uno de los miembros del movimiento a este portal. 

Aunque algunos señalan el poco músculo parlamentario como un posible talón de Aquiles, para el senador del Polo Democrático Iván Cepeda, con su ingreso se va a dar una muy destacada participación en los debates. 

“Conozco cada uno de ellos y sé de la profundidad de su bagaje, la capacidad que tienen. A pesar que no han estado en el Congreso de la República, sí han tenido un recorrido política y pueden dar debates muy calificados”, señaló el congresista. 

Por otro lado, uno de los voceros del movimiento manifestó que conociendo esa debilidad “se están empezando a poner en contacto con expertos que nos van a ayudar. Nosotros tenemos derecho a tener una unidad Técnica, además el respaldo de algunos congresistas que nos ha ofrecido su apoyo”.

En ese sentido, la agrupación política también constituirá un “Centro de pensamiento y formación política, como institución sin ánimo de lucro, que tendrá como propósitos adelantar estudios e investigaciones sociales, así como diseñar y adelantar programas de formación política. Para este propósito podrá celebrar convenios con entidades públicas y privadas y la cooperación internacional”, se lee en la página 72 del acuerdo. 

Se comenzaron a reajustar las fichas en el tablero político colombiano. Esta vez, no hubo espacio para castas políticas tradicionales o poderes heredados, sino para un grupo de ciudadanos común y corriente que comenzarán a dar la pelea para sacar adelante la implementación del acuerdo de paz que firmaron el Gobierno y las FARC. 

 

 

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