A la luz de Informe Especial de Investigación Nº 111 del 21/11/16 de la Contraloría General de la República, se le da un golpe duro a la EPV, a la Intendencia regional y a la Municipalidad de Valparaíso, pues los proyectos Terminal 2 asignado por la estatal EPV a la Constructora OHL y el Mall Barón concesionado por la misma EPV a una filial de Falabella, murieron ipso facto.
Nótese las innumerables otras irregularidades, con lo cual se demuestra una vez más, que las instituciones públicas no están preparadas para ejercer sus roles.
Ello es consecuencia de los cuoteos políticos y del afán de estos gobiernos neoliberales de privilegiar con trampas los intereses de ciertos influyentes actores privados.