Necesitamos entender el cambio climático a través del lente de la igualdad de género, afirmó Georgie Johnson, de Energydesk de Greenpeace en marzo de 2016. Como muestra el informe de Johnson, el cambio climático tiene efectos diferentes en hombres y mujeres, en base a desigualdades sociales y económicas preexistentes. Debido a que la mayoría de los esfuerzos internacionales para abordar el cambio climático no incluyen a las mujeres, las políticas resultantes no tienen en cuenta los problemas especiales que el cambio climático plantea a las mujeres y las niñas. Esto es irónico, ya que según un estudio de 2014 de la Unión Europea las mujeres son más propensas que los hombres a preocuparse por el cambio climático.
Johnson identificó dos factores clave para la comprensión de género y cambio climático. En primer lugar, las mujeres (y otros grupos marginados) se ven afectados por el cambio climático de manera desproporcionada debido a la desigualdad social y económica. Por ejemplo, las mujeres representaban el 61 por ciento de las muertes causadas por el ciclón Nargis en Myanmar en 2008, el 70-80 por ciento en el tsunami del Océano Índico de 2004 y el 91 por ciento en el ciclón de 1991 en Bangladesh. Como señaló Johnson, la desigualdad de género en forma desproporcionada determinó la tasa en que en estos desastres murieron mujeres y niñas. Las razones pueden ser tan simples como que a las mujeres no se les enseña a nadar. En sociedades más desiguales, donde las mujeres no tienden a moverse en espacios públicos, la adhesión social a las expectativas de mantenerse en casa –sin requerir chaperonas por ausencia de machos–, podría llevar a las mujeres a ignorar señales de alerta temprana para buscar refugio más seguro.
También es peligroso para las mujeres que sobreviven las secuelas de las crisis: Las mujeres están en mayor riesgo de asalto sexual y violencia doméstica después de los desastres naturales y en las zonas de conflicto. Por ejemplo, un año después del huracán Katrina en Nueva Orleans, el 80 por ciento de quienes se quedaron en Ninth Ward eran mujeres, y los incidentes de violencia de género (incluyendo asalto sexual y violencia doméstica) en el estado fueron casi cuatro veces mayores que antes de la tormenta.
Segundo, y más afirmativamente, las mujeres pueden ofrecer –no obstante– “soluciones increíblemente potentes para el cambio climático”, porque comprenden a casi tres cuartas partes de los pobres del mundo. Esto hace que tengan una “posición única” para compartir conocimientos acerca de los efectos del clima y de aplicar soluciones. En todo el mundo las mujeres están “trabajando para mitigar y adaptarse al cambio climático, ya sea a través de soluciones directas sobre el terreno o como investigadoras, organizadoras y activistas”. Por ejemplo, Johnson describió a las agricultoras de El Salvador que han aprovechado la energía geotérmica para reemplazar madera y combustibles fósiles en sus comunidades, reduciendo 1,8 toneladas de emisiones de dióxido de carbono por año.
“Si tuviéramos paridad de género en política”, escribió Johnson, “la política del cambio climático podría tener más dientes”.
Fuentes:
Georgie Johnson, “Why Climate Change i s a Gender Equality Issue,” Greenpeace Energy d esk, March 8, 2016, https://energydesk.greenpeace. org/2016/03/08/why-climate- change-gender-equality/.
Student Researcher: Noemi Garcia (Citrus College)
Faculty Evaluator: Andy Lee Roth (Citrus College)