Pese a la compleja situación de las víctimas del reducto alemán en Chile, la visita de los parlamentarios genera esperanza. Transformar la Colonia en un sitio de memoria es una de las demandas.
“Esto es un hito histórico. Es primera vez que diputados alemanes, y de todos los partidos, visitan la ex Colonia Dignidad y se entrevistan con todos los grupos de víctimas, tanto colonos como niños abusados y familiares de víctimas de la represión política”, destaca Winfried Hempel, ex colono y actual abogado de las víctimas, en entrevista con Deutsche Welle.
Hempel acompañó a los parlamentarios en el recorrido por el predio ubicado a unos 40 kms. de Parral, en el sur de Chile. En los años 60, el ex enfermero nazi Paul Schäfer, quien salió de Alemania por acusaciones de pedofilia, fundó aquí una secta donde se abusó de menores, se esclavizó a los trabajadores y se dio medicación forzada, entre otros múltiples delitos y atropellos a los derechos humanos. El jerarca fue además un fiel aliado del régimen de Augusto Pinochet y las instalaciones del enclave alemán sirvieron como centro de detención y tortura.
En su visita, los parlamentarios de la Comisión de Derecho y Protección del Consumidor del Bundestag alemán, encabezados por la diputada Renate Künast, conocieron la situación actual de las víctimas. “Siempre se ha pensado que el problema de Colonia Dignidad murió con Schäfer, pero la verdad es que las víctimas están todas vivas, abandonadas a su suerte, como los colonos a los que se les deben 50 años de sueldo e imposiciones, y se enfrentan a una vejez sin tener pensiones ni por parte del Estado chileno ni del alemán”, explica Winfried Hempel.
En ese sentido, los diputados “se manifestaron sumamente sorprendidos por la complejidad y la vigencia de la problemática, y la urgencia de asistencia psicosocial para las víctimas”, indica Hempel. Si bien el Ministerio de Relaciones Exteriores está implementando planes de asistencia, tiene limitaciones legales de presupuesto que sólo el parlamento puede resolver. “Es muy importante que se hayan impuesto de primera mano de las necesidades urgentes que tienen todos los tipos de víctimas, pues quien mejor puede abordar estos problemas es el Parlamento”, agrega el abogado.
Las víctimas entregaron a los diputados un documento en que explican su situación y les piden apoyo en temas de salud, pensiones y atención psicólogica. En conjunto con agrupaciones de familiares de detenidos desaparecidos, se solicitó ayuda económica y técnica para el levantamiento de un memorial y la formación de una comisión bilateral de expertos que aborde la problemática.
Detenidos desaparecidos
“Fueron momentos muy emotivos”, relata a DW Myrna Troncoso, coordinadora de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de la zona (AFFD). Junto a miembros de la agrupación acompañó a los diputados alemanes, quienes depositaron rosas blancas en torno a una fosa donde habrían sido arrojados los cuerpos de al menos 21 víctimas de la represión política.
El lugar se ubica a unos 12 kilómetros de las instalaciones de la antigua Colonia Dignidad, en una zona de difícil acceso. Se presume que unos cien detenidos políticos fueron llevados al reducto alemán. En complicidad con Paul Schäfer, agentes del régimen militar los habrían torturado y asesinado, y sus cuerpos habrían sido llevados a varias fosas excavadas por miembros de la propia colonia. En exhumaciones posteriores habrían sido incinerados y sus restos arrojados al río para no dejar rastros.
Turismo macabro
“Para nosotros fue muy especial poder encontrarnos con los parlamentarios y nos da mucha esperanza, porque nunca hemos sido escuchados por el Gobierno alemán”, señala Myrna Trocoso. “El mea culpa que hicieron en Alemania cuando presentaron la película Colonia (del director Florian Gallenberger), para nosotros son sólo palabras. A Chile vinieron personeros del Gobierno, estuvo el presidente Joachim Gauck, pero a los familiares no nos escucharon. Aquí hubo responsabilidad de Chile y Alemania, y esperamos hechos concretos, los dos gobiernos tienen que hacer algo”, agrega la dirigente de AFDD.
La dirigente apunta al hecho de que el enclave siga funcionando hoy como restorán y centro turístico con el nombre de Villa Baviera, a pesar de su pasado y de los problemas actuales de las víctimas: “Los hijos de los antiguos jerarcas hacen turismo y muestran todas las cosas de Schäfer, dónde dormía, dónde se bañaba, el auto que usaba, la máquina afeitadora… Es algo macabro. Sé cómo tratan el pasado y la memoria en Alemania. Sería impensable que hicieran fiesta en campos de concentración, los visitantes de distintos países entran con mucho respeto. ¿Entonces por qué en la colonia es distinto, por qué hacen turismo? A nosotros nos duele, pues va contra la memoria de nuestros familiares”.
El abogado Winfried Hempel, quien representa a 120 ex colonos en una demanda civil en busca de reparación, repudia esta situación: “Los colonos que vivimos fuera de la colonia estamos en contra del turismo que allí se hace. Una cosa es abrir las puertas para visitas, pero otra muy distinta es hacer jolgorio arriba de las tumbas, fosas o espacios donde viveron los colonos que fueron esclavizados y donde fueron torturados y hechos desaparecer chilenos durante la dictadura”. El abogado sostiene que el lugar debiera estar abierto para visitas, pero de un carácter reflexivo, como un sitio de memoria o un parque por la paz.