Por lo menos en cuatro años de la crisis en Siria, “la mayoría de la gente no tiene idea ni siquiera de cómo consiguió empezar esta guerra”, escribió Mnar Muhawesh en MintPress News de septiembre de 2015.
En diciembre de 2011, después que el presidente sirio Bashar al-Assad rehusara cooperar con el propósito de Turquía de construir un ducto de gas natural entre Qatar y Turquía a través de Siria, Turquía y sus aliados devinieron en “los arquitectos principales de la guerra civil de Siria”. El gasoducto propuesto habría “bypasseado” a Rusia para acceder a los mercados europeos dominados actualmente por el gigante de gas ruso Gazprom. Como resultado, escribió Muhawesh, “el Oriente Medio está siendo cortado en pedazos por proyectos manipuladores para ganar el acceso al gas y el petróleo enfrentando a la gente unos contra otros con pretextos basados en la religión. El caos consiguiente proporciona una amplia fachada para instalar un nuevo régimen que sea más dócil con la apertura de gaso/oleoductos y asegure rutas favorables a los mejores postores”.
En 2012, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Qatar y Arabia Saudita, junto con Turquía, comenzaron a organizar, armar y financiar a rebeldes para formar el Ejército Sirio Libre, coincidente con planes de desestabilizar Siria concebidos de larga data por EEUU. Estas naciones formaron un pacto, el “Grupo de Amigos del Pueblo Sirio”, que puso en práctica una división sectaria y una estrategia de conquista para derrocar al presidente Assad. “Es importante observar la sincronización”, escribió Muhawesh. “Esta coalición y la intromisión en Siria llegaron inmediatamente, sobre los talones de las discusiones sobre un gasoducto “Irán-Irak-Siria” que debía construirse entre 2014 y 2016 a través de Irak y Siria desde el gigante campo South Pars en Irán. Con una posible extensión al Líbano, alcanzaría eventualmente a la rica Europa, el mercado objeto de esta exportación”. Como difundió MintPress News, el acceso al petróleo y al gas, y no las diferencias sectarias, es la causa subyacente del conflicto violento y del desastre humanitario en Siria. “La guerra está siendo vendida al público como un conflicto sunita-chiita” por los países llamados Amigos de Siria porque si el público entendiera los intereses económicos en juego “la mayoría de la gente no apoyaría ningún financiamiento encubierto para armar a rebeldes o intervención directa”.
De acuerdo con los cables secretos de EEUU revelados por WikiLeaks, Muhawesh reportó que la “intromisión extranjera en Siria comenzó varios años antes que entrara en erupción la rebelión siria”. Los cables del Departamento de Estado de EEUU documentan a partir de 2006 los planes para instigar el conflicto civil con la meta del derrocamiento del gobierno de Assad. Las filtraciones revelaron que Estados Unidos se asoció con naciones que incluyen a Arabia Saudita, Turquía, Qatar y Egipto para exacerbar el sectarismo Sunni-shiita a fin de dividir Siria. Cables adicionales hechos públicos por WikiLeaks revelaron la implicación de la CIA en territorio de Siria para instigar demostraciones tan temprano como en marzo de 2011.
Aunque en los medios corporativos de EEUU existe abundante cobertura sobre la violencia en Siria y la crisis de los refugiados que barre Europa y está alcanzando a Norteamérica, esta cobertura ha fallado en identificar los intereses económicos, incluyendo el control de los gasoductos potencialmente lucrativos que motivan a EEUU y a sus aliados. (La cobertura informativa corporativa de EEUU sobre la crisis de Ucrania fue comparable en que también minimizó los intereses geopolíticos petroleros como fuente de tensión entre Rusia, EEUU y sus respectivos aliados, como escribiera Nafeez Ahmed. Ver “Hipocresía de los medios de EEUU en la cobertura de la crisis de Ucrania”, Censored story #9 de Censored 2015).
En su lugar, la cobertura informativa corporativa ha caracterizado el conflicto en Siria como una batalla por la democracia que ha sido secuestrada por intereses Sunni-shiitas.
Por ejemplo, Oren Dorell de USA Today, identificó “un guiso sobresaltado y peligroso de cambio y competencia de alianzas” implicadas en un conflicto complicado que incluye categorizaciones como Estado pro-gubernamental, antigobierno, antiislámico ” y otros luchadores”, pero no aludió los intereses en el gas, que según la información de Muhawesh en última instancia sostiene el conflicto. En cambio, para la mayor cobertura de noticias en la prensa corporativa se adhiere a un modelo que Muhawesh identifica y critica como simplista y “orientalista”, enmarcando el conflicto en el Oriente Medio, y sobre todo en Siria, como sectario para pintar a la región y a su gente como barbáricos”.
Fuentes:
Mnar Muhawesh, “Refugee Crisis & Syria War Fueled b y Competing Gas Pipelines,” MintPress News, September 9, 2015, http://www.mintpressnews.com/ migrant-crisis-syria-war- fueled-by-competing-gas- pipelines/209294/.
Student Researcher:Salah Mouazen (Citrus College)
Faculty Evaluators:Andy Lee Roth and Lanette Granger (Citrus College)