El 23 de octubre se realizó la mejor encuesta política del último tiempo: las elecciones municipales.
Allí ganó lejos la abstención con un 65% de la ciudadanía, la más alta desde 1990. Dentro del 35% que votó (un cien para los cálculos), poco más del 5% lo hizo por el partido al que llamó apoyar Alejandro Guillier, que se mantuvo cuarto entre los de la Nueva Mayoría y sexto entre todos: el Partido Radical. Objetivamente no influyó mucho el que algunos candidatos fueran presentados por Guillier o llevaran una pequeña foto de él en su propaganda.
A diferencia de los otros partidos de la Nueva Mayoría, el Partido Radical es el único que tiene hoy candidato a ser Presidente de la República.
Eso fue en la elección municipal.
Pocos días antes, el 17 de octubre, culminó una encuesta nacional (Mori) que decía que, en segunda vuelta de la elección presidencial del próximo año, Piñera sería derrotado por Alejandro Guillier 28 a 26%, con 46% que no respondía.
Así y todo Guillier aparecía como el único que, en esas extrañas condiciones, derrotaba al líder de la derecha.
Alejandro René Eleodoro Guillier Álvarez (63 años, edad parecida a la de Bachelet y Piñera) es sociólogo y periodista. Fue Presidente del Colegio de Periodistas.
Partió hace mucho tiempo, a los 28 años, en Cooperativa y Hoy, medios ligados a la DC; estuvo en Radio Chilena, ligada a la Iglesia Católica, y destacó luego en TVN, Chilevisión y La Red; ocupó cargos de responsabilidad en la Universidad Diego Portales (privada, hoy laica, centrista y destacada) y en la Universidad Mayor, privada, con profesores y dueños ligados por siempre con la dictadura: René Salamé, ex ministro de Educación de Pinochet; Ricardo García, ex de Interior del mismo; Jorge Prado, ex de Agricultura ídem, y Sergio Melnick, el planificador de Pinochet.
Después de diez años de ejercicio de su profesión en dictadura y más de 26 años en democracia, Guillier no declara (ni se le conoce) militancia política alguna, salvo que se trata de un personaje demócrata, parte de la Nueva Mayoría y, al parecer, ligado hoy a la masonería, institución de gran influencia en el Partido Radical.
Gente que lo conoció en esa época dice que “el joven Guillier” se acercó ideológica y políticamente a la pequeña Izquierda Cristiana. Hace unos buenos años.
Estamos frente a alguien ligado a la izquierda, al centro, a la centro izquierda y a intelectuales de extrema derecha. Un periodista y moderador de TV más o menos creíble, en un mundo donde la credibilidad escasea o inexiste, en un neologismo adecuado.
Aparece hoy como “el lanzado”, que le sigue, en la carrera ciclística presidencial, sin pisarle los talones, al acusado por coimas internacionales señor Piñera, y que lo ganaría al final de las cuestas, en segunda vuelta.
¿Qué tendría que pasar para que Guillier, en carrera fulminante y practicamente inédita (los radicales no tienen Presidente desde 1946, o sea hace 71 años) entrare en marzo de 2018 a la “Casa Donde Tanto Se Sufre”, como decía el ex dos veces Presidente Arturo Alessandri Palma.
¿Qué avatares seguros deberá enfrentar y superar nuestro amigo Guillier?
Primero, ganar la primaria de la Nueva Mayoría, a mediados del próximo año, a Ricardo Lagos, más Goic o Walker, si estos últimos van a esa resistida aventura.
Segundo, una vez ganador allí, competir en la primera vuelta de la presidencial, en diciembre del próximo año, y ganar una de las dos primeras mayorías en competencia (prevista) con Sebastián Piñera (si el juicio en Argentina lo deja), más un candidato cualquiera ex UDI, el senador Ossandón, Velasco (bastante perdido hoy) o la senadora Pérez de Ciudadanos y Amplitud, Walker o Goic de la DC (si van), MEO (si el juicio en Chile lo deja), Parisi (que ha anunciado reinsistirá), Jocelyn Holt, Sfeir, Marcel Claude, la de ANDHA Chile, y Cuevas o Hirsch o Alejandro Navarro por el Frente Amplio de izquierda.
Eso es “lo que hay”.
Si sale segundo o primero en esa primera vuelta presidencial, entre más o menos diez candidatos, Guillier debería, por cierto, ganar luego el ballotage, también de diciembre, para ser el segundo o primer “independiente” en ser Presidente en Chile (si el primero lo fue Jorge Alessandri, que al ser candidato presidencial en 1958 había dejado de ser liberal).
Y, como candidato presidencial de la Nueva Mayoría, porque así es la vida, deberá hacer resaltar en su comando presidencial, en segunda vuelta, a sus criticados Ricardo Lagos, Isabel Allende, Ignacio Walker o Goic, MEO… y también a Alejandro Navarro, Cuevas o Hirsch. Por cierto, también, a quienes aparecen cercanos, como Camila, Jackson y Boric.
Y preparar su primer gabinete con todos ellos.
Pero podría hacerlo.
Guillier sacó dos títulos universitarios con menos de tres años de diferencia. Además trabajó en tres canales de TV y en uno pulverizó, de pasada, al famoso juez Daniel Calvo, el que visitaba saunas para homosexuales.
Y es un moderado profesor universitario, un senador ecuánime y, al parecer, un hombre tranquilo.
Y, sorpresivamente, un “joven” de 63 años, un año menos de los que tenía Allende cuando fue electo, y diez más de los que tenía Frei Montalva cuando entró a La Moneda.