La Nueva Mayoría no ahorró esfuerzos para perder en estas municipales: en primer lugar, recurrió a la prepotencia, asegurando que, de todas maneras, triunfaría sobre el otro bloque del duopolio, Chile Vamos, sobre la base de la enorme distancia en que una y otra casta se vio en las municipales de 2012.
En el mejor de los casos – decía Pepe Auth – la derecha acortará la distancia, pero los hechos demostraron que este experto electoral se ha equivocado en sus predicciones aún más que las mismas encuestas. Decididamente, con el voto voluntario, sumado a los altos índices de abstención, hacen imposible prever los resultados de los procesos electorales.
Por otra parte, el ministro del Interior, Mario Fernández, que desempeña el papel del abuelito buena persona, se le ocurrió la errada idea de atribuirle la categoría de plebiscito a las elecciones del domingo último, afirmando que vendrían a desmentir la mala evaluación del gobierno, consignada en las encuestas. Para rematar los equívocos, se destapó el escándalo del cambio de domicilio de más de medio millón de chilenos, cuya responsabilidad era compartida por los funcionarios democratacristianos, Luis Acevedo, del Registro Civil, y Patricio Santamaría, del Servicio Electoral y, en cierta medida, del nuevo ministro de Justicia, Jaime Campos.
Desde la proclamación del realismo “con renuncia”, el gobierno ha decidido hacer tiempo hasta que el árbitro anuncie el pitazo final que, por desgracia para la Presidenta, puede terminar en una descomunal plancha cuando le entrega la piocha al rey de los pillines, Sebastián Piñera Echeñique.
Con tanto empeño en repetir errores, la Nueva Mayoría logró que la derecha triunfara en las principales comunas de Santiago y, de esta manera, aprovechara para presentar a Piñera, prácticamente, como el líder indiscutido para las próximas elecciones presidenciales en Tontilandia – como llamaba a este país el gran humorista, don Genaro Prieto -.
Para la casta no tiene ninguna importancia el que el 65% de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral hayan decido no concurrir a las urnas en rechazo a la corrupción, propia de la miserable y mezquina plutocracia reinante – donde hay poder, hay corrupción -.
Si revisamos en el cuadro adjunto, se da la paradoja de que el partido político más corrupto de Chile, la Unión Demócrata Independiente (UDI), que ostenta un récord en los elevados montos de dinero recibido tanto de PENTA, como de SQM, hayan quedado prácticamente incólumes y ocupado el segundo lugar en las elecciones municipales últimas, lo cual demuestra el nulo criterio de los electores que, finalmente, terminan votando por los candidatos más corruptos. No me cansaré de recordar los casos de Silvio Berlusconi y de Mariano Rajoy, Italia y España respectivamente, para no hablar de Temer, en Brasil y, posiblemente, para nuestra desgracia, De Sebastián Piñera, en Chile.
Es cierto que el electorado castigó a algunos alcaldes que postulaban a la reelección, implicados en casos de corrupción, entre ellos Luis Plaza, de Cerro Navia, Christián Vittori, de Maipú y Javier Muñoz, de Curicó, y en cierto grado, el financiamiento de una Fundación, por parte de SQM, qu4e llegó al PPD, perjudicando la candidatura de Carolina Tohá.
En el cuadro adjunto se comprueba que los partidos políticos más perjudicados en esta elección municipal fueron el PRI, que de 7% en las elecciones de 2012, bajó al 2%; la Democracia Cristiana y el Partido Socialista bajaron 2,6% y 2,5%, respectivamente. En estos dos últimos Partidos se marca claramente la decadencia de las dos grandes internacionales democratacristiana y socialdemócrata, de los cuales hemos escrito en algunos artículos anteriores. Esta baja electoral va directamente en detrimento del eje básico, tanto de la Concertación, como de la Nueva Mayoría.
El Partido Radical, remonta de un 5% a un 7%, aprovechando el fenómeno de la eventual candidatura a la presidencia de la república de Alejandro Guillier.
Debemos considerar que los porcentajes obtenidos por los partidos de la Nueva Mayoría, todos a la baja, deben ser visualizados considerando el universo electoral y, por consiguiente, la abstención, lo cual equivale a una representación e4ntre un 3% y un 1%, es decir, una flagrante ilegitimidad y absoluta impopularidad.
Partidos Políticos
|
2012 |
2016 |
|
Universo electoral |
Renovación Nacional |
15,77 % |
17,66 % |
Mas 1,10 |
6 % |
Unión Demócrata Independiente |
17,35 |
16,08 |
Menos 1,9 |
5,7 % |
Independientes |
8,08 |
13,68 |
Mas 5,6 |
5 % |
Demócrata Cristiano |
15,18 |
12,77 |
Menos 2,6 |
4,5 % |
Partido Socialista |
12,25 |
10,73 |
Menos 2,5 |
3,6 % |
PPD |
9,90 |
8,83 |
Menos 1,1 |
3 % |
PRSD |
5,71 |
7,42 |
Mas 1,7 |
2,9 % |
PC |
6,44 |
5,44 |
Menos 1 |
2,8 |
PRI |
7,59 |
2,41 |
Menos 5 |
0.89 |
PH |
1,84 |
1,87 |
Mas 0,3 |
0,70 |
PRO |
|
3,47 |
|
1,3 |
Crecieron
INDEPENDIENTES |
5 % |
RN |
1,10 % |
PRSD |
1,70 |
PH |
0,3 |
PERDIERON |
|
DC |
2,6 % |
PS |
2,5 % |
PRI |
2 ,05 % |
PC |
1 % |
UDI |
1,9 % |
Alcaldes
Barriga UDI Maipú |
Ortíz DC CONCEPCIÓN |
Zarhi IND ÑUÑOA |
Sharp izq VALPARAISO |
Alessandri RN SANTIAGO |
Mathei udi Providencia |
Jadue COMUNISTA RECOLETA |
Carter |
Nueva Mayoría
2016
Alcaldes |
% |
Votos |
140 |
37,05 |
1 760.915 |
2012
Nueva mayoría
Alcaldes |
% |
Votos |
167 |
43,10 |
2.260 423 |
Perdidas Nueva mayoría
Alcaldes |
% |
Votos |
27 |
7,05 |
500.000 |
Chile Vamos
2016
Alcaldes |
% |
Votos |
145 |
38,45 |
1.827 291 |
2012
Alcaldes |
% |
Votos |
120 |
37,46 |
1,964.333 |
Ganancias y Pedidas
Alcaldes |
% |
Menos |
Mas 14 |
Mas 1 |
137 |
Duopolio votos perdidos 637 000 votos
5% entre 2012 al 2016
20 Alcaldes menos
Alternativos
2012
% |
19,44 |
2016
% 24 50 |
|
Aumento
5% |
Suma alternativos abstención consideradas como rechazo a la plutocracia bancaria
Un 90 % rechaza el sistema
Votaciones Históricas de las alternativas no doupólicas
1989 |
8 % |
1 diputado |
1993 |
7,3 |
2 diputados |
1997 |
13,2 |
3 diputados |
2001 |
7,3 |
1 diputado |
2005 |
9,5 |
1 diputado |
2009 |
12.6 |
6 diputados |
Partido Comunista
1993 |
4,99 |
|
1997 |
6,9 |
|
2001 |
5,22 |
|
2009 |
2,2 |
|
2016 |
6,44 |
|
Presidenciales
1989 |
Francisco Javier Errazuriz |
15,5 |
1993 |
Eugenio Pizarro |
4,7 |
1993 |
Max Neef |
5,55 |
1993 |
José Piñera |
6,18 |
1999 |
Sara Larraín |
0,44 |
1999 |
Arturo Frei |
0,38 |
1999 |
Tomas Hirch |
0,51 |
1999 |
Gladis Marín |
3,19 |
2005 |
Tomas Hirsch |
5,5 |
2009 |
Jorge Arrate |
6,21 |
2009 |
Marco Enríquez |
20,14 |
2013 |
Marco Enríquez |
10,99 |
|
Franco Parisi |
10,11 |
|
Marcel Claude |
2,81 |
|
Alfredo Sfeir |
2,81 |
|
Roxana Miranda |
1,24 |
|
Ricardo Israel |
0,57 |
|
Tomas Jocelyn Holt |
0,12 |
El Chile que surge a partir de las elecciones presidenciales de 2009 se caracteriza por el fin del bipartidismo, que terminará de afirmarse a partir de la instauración del sistema proporcional, basado en el aporte del matemático belga, Victor D´Hont.
Si seguimos interpretando los cuadros adjuntos, podremos visualizar un crecimiento continuo de una izquierda que vendría a ser parte de los tres tercios que conformarían la política chilena, a partir de 2009. En algunos casos hemos considerado como candidatos no duopólicos a sectores de derecha que se clasifican como independientes, como es el caso de las presidenciales de 2013, rzón poir la cual el sector anti-duopólico aparece con más del 30%.
En las elecciones de 2009, la suma de los votos de Marco Enríquez-Ominami y de Jorge Arrate alcanzaron el 26% en las presidenciales; en las actuales municipales, el sector llamado independientes y otros alcanza un 25%.
El problema no es solamente numérico, sino que también exige un esfuerzo político para reagrupar una izquierda balcanizada, dominada por grupos y movimientos personalistas, en consecuencia, con dificultades para llevar a cabo políticas de alianzas.
El éxito, por ejemplo, de Jorge Sharp al conquistar la municipalidad de Valparaíso puede constituir una de las pistas para construir una unidad de la izquierda, sobre la base del protagonismo de los movimientos sociales y del quiebre de la vieja política, sobre todo el abandono de políticas totalitarias de izquierda.
Estos nuevos tres tercios podrían dejar a los partidos tradicionales de izquierda – Socialista y PPD – formando parte del centro político, de perdurar la alianza con la Democracia Cristiana y mantener el liderazgo de Ricardo Lagos Escobar.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
25/10/2016