Noviembre 25, 2024

Con la Democracia Cristiana sí se puede jugar

El decadente Partido Democrata cristiano aprovechó de la popularidad de la candidata a la presidencia de la república, Michelle Bachelet, en las elecciones de 2013, para conseguir un  sinnúmero de cargos parlamentarios que jamás los hubieran obtenido con sus propias fuerzas.

 

Se ha comprobado que los Walker carecen de calidad moral y de incapacidad para aceptar la verdad de los hechos ahora, el senador Ignacio Walker niega haber conocido y participado en el programa de gobierno.

 

Durante los  tres últimos años de gobierno de Bachelet la mafia democratacristiana, especialmente sus dirigentes, han jugado el no muy digno papel de Quinta Columna o de Caballo  de Troya.

Mariana Aylwin, Gutenberg Martínez, Los tres parlamentarios Walker, Soledad Alvear, Eduardo Aninat, y otros tantos, todos ellos conservadores y podridos de momios, se han dedicado a convertirse en los mejores opositores al gobierno de Bachelet. Esta actitud de sabotaje al programa no es rara en la historia de la Democracia Cristiana.

En ese Partido siempre ha existido un sector de derecha que, por ejemplo, en los 60, se aglutinaba en sector freísta y en la tertulia de la Revista Política y Espíritu. Algunos de estos personajes colaboraron activamente con la dictadura de Augusto Pinochet, entre ellos destacan Juan de Dios Carmona y William Thayer. La derecha democratacristiana nunca se ha atrevido a aliarse directamente con los partidos políticos más reaccionarios, pues los militantes rechazarían esta postura radicalmente, y esta es la razón por la cual eligen el camino propio   para evitar cualquier contacto con la izquierda,  pues son rabiosamente anticomunistas, pero muy hipócritamente lo niegan, alegando que la Democracia Cristiana es el camino para superar el comunismo, especialmente en los sectores proletarios.

La alianza entre comunistas y democratacristiana en esta época, en que predomina el neoliberalismo, sólo sería posible si los comunistas se convirtieran en neoliberales y los democratacristianos en comunistas, lo cual entraría en el plano de lo absurdo. Esta es la razón por la cual la Nueva Mayoría fue un matrimonio con incompatibilidad insalvable de caracteres, lo cual conlleva a que el divorcio sea la mejor forma de terminar con las desavenencias.

En los años, cuando rebeldes y terceristas formaban parte de la Democracia Cristiana, fue posible pensar en una unión social y política del pueblo, pero hoy, con un Partido corrupto, sin ideología, sin sentido histórico, sin proyecto y que sólo persigue el reparto del botín del Estado, llevándose para sus militantes los mejores cargos en el gobierno, esta alianza de partidos que los cacatúas de los periodistas llaman de “centro izquierda”, sólo puede interpretarse como una broma de mal gusto. Cabe preguntarse ¿qué tienen de izquierdistas los “socios listos”, o los PPD y, aún más, los radicales y, muchísimo menos los democratacristianos?

La Democracia Cristiana se ha caracterizado por mantener en su seno distintas fracciones: en tiempos republicanos, allá por los años 60-70, estas divisiones correspondían a razones ideológicas – rebeldes, chascones, guatones, terceristas, oficialistas, Izquierda Cristiana – que, por lo regular conllevaban, como correlato, a una política de alianzas, incluso, en los años 40, el Congreso llamado de “los peluqueros”, planteó una división entre quienes querían una alianza con los conservadores apoyando a Eduardo Cruz-Coke, y los que apoyaban al radical Gabriel González Videla, candidato también de los comunistas. En esa época, el don Bernardo Leighton esbozó una idea tan radical como la de la “democracia proletaria”.

Con el derrumbe electoral de la Nueva Mayoría en las elecciones municipales del domingo 23 de octubre de 2016, ha quedado abierto el camino para el grupo democratacristiano partidario del camino propio. Por desgracia, esta idea tiene una funesta historia y peor futuro, pues trae el recuerdo del período en que la Democracia Cristiana gobernó sola, durante el mandato de Eduardo Frei Montalva, y que terminó dividiéndose con el nacimiento del MAPU y, posteriormente, de la Izquierda Cristiana.

Los derechistas democratacristianos saben muy bien que de adoptarse el camino propio, el Partido se fraccionaría y, a lo mejor, seguiría el camino de su congénere italiano.

Hasta el momento, a la banda de los Walker y su comparsa Martínez-Alvear, Pérez Yoma, Aninat y otros conservadores, se les presentan dos caminos: el primero, apoyar a Alejandro Guillier y unirse a los radicales – como otrora ocurriera con la Falange Nacional, durante los gobiernos de Juan Antonio Ríos y Gabriel González Videla -. Como se puede ver, a pesar de que me cuesta aceptarlo como historiador, “la historia se repite de tragedia a comedia”, frase que   Carlos Marx le copió al genial Víctor Hugo, más entretenido que el hegeliano alemán. El segundo camino consiste en llegar hasta el final de la primera vuelta con candidato propio, que puede Ignacio Walker, Mariana Aylwin o Carolina Goic, con los funestos resultados que se pueden prever. (Me permito remitir el lector a revisar los cuadros que acompañan este artículo, en los cuales se demuestra la creciente y continua pérdida a apoyo electoral a este Partido que, en 1965, fue un Partido único y con 82 diputados para 150 escaños, y con más del 44% de los votos. Hoy, en 2016, cuenta apenas con el 10% de apoyo electoral.

Falange Nacional  y Democracia Cristiana 1941  –  1971

Elección

Total inscritos

Total Votantes

Votos obtenidos

%

1941

575.625

450.248

15.553

3,4

1945

641.495

449.930

11.565

2.6

1949

591.994

464.872

18.221

3.9

1953

1.284.159

779. 714

 22.853

2,9

1957

 1.284.503

878.226

 82.710

 9.4

1960 M

1.769.681

 1,229,503

171.503

 13,9

1961

1,858,980

1,358,676

213.468

14,4

 1963 M

2570.409

2,068.463

455.522

22,0

1965

2,920,615

2, 353,123

 995,187

43,3

1967

3,073,992 

2,343,287

 836,959

35,6

1969

3,244,892

2,460,129

 716.398

29.8

1971

3,792,682

2.835,402

  729,398

25,7

 

Elementos  a analizar

Crecimiento  potencial de la DC en  %

1957

9,4

1957 – 1965

1960

13,9

30 ,02 %

1961

14,4

 

1963

22,00

1961-1963

1965

43,3

Aprox un 8 %

 

Declive  1965 – 1971

1965

43,3

1965-1971

1967

 35,6

28,3 %

1969

29,8

1969-1971

1971

25,7

3,9 %

 

En votos

1957- 1965

1957

82 710

1965

995.187

Diferencia

915 000

 

1965-1971

1965

995.187

 1971

729 398

Perdida

280,000

 

Mapu  1973

5,6 %

Izquierda Cristiana 1973

2,70 %

%  dentro del partido federado de la UP

DEMOCRACIA CRISTIANA 1973-2013

PARLAMENTARIAS DIPUTADOS

AÑO

VOTOS

%

ESCAÑOS

1973

1.055.120

29.07

50

1989

 1 766.347

25.99

38

1993

1,827,373

27.12

37

1997

1,331.745

 22,28

38

2001

1,162,210

18,92

23

2005

1 354.631

 20,78

20

2009

 931.789

14,24

19

2013

 965,364

15,56

22

 

EN 1973  LOS DIPUTADOS ERAN 150

PÉRDIDAS EN ELECCIONES DE DIPUTADOS

EN  VOTOS

%

DIPUTADOS

862,000

15

28

 

Se consideran   las cifras más altas

VOTOS AÑO

%

ESCAÑOS

1989

1973

1973

 

PÉRDIDAS SIGLO XXI

VOTOS

%

ESCAÑOS 2001

197.000

5,7

1

 

 

 

 

SIGLO  XXI DESDE LOS PICOS HISTÓRICOS

AÑO 2005

% 2005

ESCAÑOS 2001

389,000

5

MAS  1

 

MUNICIPALES ALCALDES

AÑOS

VOTOS

%

ALCALDES

2004

1.382.185

21,90

90

2008

1,143,398

17.98

59

2012

915.035

 16,51

56

2016

561,041

 11,80

43

 

CONCEJALES

AÑO

VOTOS

%

CONCEJALES

PERDIDAS

1992

1.854.679

28.93

643

CONCEJALES

1996

1.854.651

 28,93

580

242

2000

1.408.445

21,62

509

VOTOS

2004

1 243.220

20.30

456

1 .280.000

2012

694.394

13.OO

323

%

2016

580.347

12,77

402

16 %

 

TRES TERCIOS  HISTÓRICOS

DERECHA

1961

30 %

1965

13 %

1969

 20 %

 

Centro

1961

40 %

1965

60 %

1969

40 %

 

Izquierda

1961

25 %

1965

25%

1969

27 %

 

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

26/10/2016

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