Noviembre 18, 2024

Acerca del golpe de Estado parlamentario en Brasil contra Dilma Rousseff

Estados Unidos opinó este jueves que la destitución de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se produjo dentro del “marco constitucional” del país, por lo que dijo “respetar” la decisión del Senado y prometió que trabajará con el nuevo mandatario brasileño, Michel Temer.

 

 

El portavoz dejó así claro que Estados Unidos no comparte la denuncia de Rousseff, quien hoy afirmó que con su destitución por el Senado brasileño se había consumado un “golpe de Estado” en el país.

“Estamos seguros de que continuaremos con la fuerte relación bilateral que existe entre nuestros dos países, las dos democracias y economías más grandes del hemisferio”, agregó Kirby.

Recordó que Estados Unidos coopera con Brasil “para abordar muchos temas de interés mutuo en el siglo XXI” y “retos globales”, y que planea “continuar con esta colaboración esencial”.

El Senado halló a Rousseff culpable de incumplir la ley de responsabilidad fiscal, por haber modificado los presupuestos vía decreto, sin autorización legislativa, y porque consideraron que el Gobierno tomó créditos de la banca pública, algo prohibido por ley, al demorarse en hacer depósitos a esos bancos.

Durante el proceso, Rousseff negó que esas maniobras configuren irregularidades y también rechazó que ella tuviera cualquier intencionalidad al firmar los polémicos decretos.

A lo largo del proceso en Brasil, Estados Unidos ha expresado su “confianza en la durabilidad de las instituciones democráticas” del país “para superar esta agitación política”, sin sumarse a las críticas de otros países latinoamericanos al juicio político contra Rousseff.

 

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