París, la ciudad más visitada del planeta, perdió 750 millones de euros en el sector del turismo durante el primer semestre del 2016, ante lo cual las autoridades locales muestran hoy su alarma.
“Es hora de tomar conciencia respecto a la catástrofe industrial que el sector está viviendo”, alertó Frédéric Valletoux, presidente del Comité de Turismo en la región de la Isla de Francia, donde se encuentra esta capital.
De acuerdo con las cifras divulgadas, la frecuentación de visitantes cayó en un 6,4% en el primer semestre de este año, en comparación con igual periodo del 2015.
Asimismo, el alojamiento en hoteles disminuyó en 8,5%, lo que incluye un 11,5% de turistas internacionales y un 4,8% de los franceses.
Entre las causas del fenómeno, sobresalen los atentados terroristas, las huelgas extendidas durante meses y las inundaciones que afectaron la ciudad en junio último.
El turismo, que en toda Francia aporta el siete por ciento del Producto Interno Bruto, garantiza 500 mil puestos laborales en la región de la Isla de Francia, lo que lo convierte en la industria local más importante.
Valletoux estimó que ya no es momento de hacer nuevas campañas de comunicación, sino de actuar y desarrollar un plan de trabajo específico.
Por su parte, la presidenta regional del partido conservador (oposición) Los Republicanos, Valérie Pécresse, opinó que la amenaza terrorista no lo explica todo, en declaraciones citadas por el diario Le Figaro.
“La calidad de nuestra oferta se deteriora, es urgente que abramos los ojos”, afirmó.
Hace dos semanas, el secretario de Estado encargado de Promoción del Turismo, Matthias Fekl, minimizó el efecto de la amenaza terrorista sobre el turismo y aseveró que el país mantiene la meta de llegar a los 100 millones de visitantes extranjeros en el 2020.
“Por supuesto, cada hecho trágico se traduce en una ola de anulaciones de viajes”, admitió, pero el país “tiene fundamentos fuertes”, agregó.