Grupos de cristianos y musulmanes rendirán este sábado homenajes al sacerdote asesinado en una iglesia en Francia, mientras la investigación avanzaba con el arresto de un hombre vinculado al brutal ataque yihadista. Dos personas, el primo de uno de los asesinos y un refugiado sirio, seguían el sábado en detención preventiva, cuatro días después del asesinato del cura Jacques Hamel, de 85 años, que fue degollado mientras celebraba misa.
En tanto, un tercer detenido fue dejado el libertad este sábado, informó una fuente judicial. El funcionario de la fiscalía en París dijo que los detectives que interrogaron al joven de 16 años hallaron que éste visitaba sitios de internet que propugnaban el terrorismo islámico, pero que su expediente fue remitido a la fiscalía en la cercana ciudad de Rouen, que tiene jurisdicción en esa zona.
El ataque, el primero contra un religioso católico, fue reivindicado por el grupo Estado Islámico.
Al mismo tiempo, una fuente cercana a la investigación reveló que un menor de 17 años, que había intentado ir a Siria con uno de los autores del ataque, fue detenido en Ginebra pocos días antes del atentado, después de que volviera a intentar viajar. Por ahora, sin embargo, “nada demuestra que tenga una implicación” en el atentado”, advirtió la fuente.
Una serie de manifestaciones y homenajes tendrán lugar este sábado en todo el país en memoria del padre Jacques Hamel. En el centro de Lyon (este), la segunda ciudad de Francia, los representantes musulmanes organizaron una “marcha de la hermandad” y en una iglesia de Burdeos (suroeste), se celebrará una ceremonia ecuménica.
En Saint-Etienne du Rouvray, la localidad donde tuvo lugar el ataque, se hará un funeral de plegarias en la otra iglesia de la ciudad, situada al lado de la mezquita local. El viernes, fieles musulmanes y cristianos rezaron juntos en la iglesia y en la mezquita Yahia.
El Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM) invitó a los fieles a presentarse en las iglesias durante el momento de la misa. La Conferencia Episcopal Francesa (CEF) pidió a las parroquias que los acogieran de manera “fraternal”.
Testimonio de las religiosas
La investigación del atentado intenta sacar a la luz la red en la que se movían los dos yihadistas, Abdel Malik Petitjean y Adel Kermiche, dos franceses de 19 años, detectados por separado por los servicios de información franceses.
Además de las dos personas en detención preventiva, otro hombre fichado por radicalización fue detenido el 25 de julio. El viernes fue acusado del delito de asociación de malhechores con fines terroristas. La policía encontró en su domicilio un video en el que Petitjean juraba lealtad al EI y hablaba de una “acción violenta”.
En otra investigación paralela, un francés de 20 años fue detenido. Había viajado a Turquía a principios de junio junto a Petitjean, antes de ser ambos devueltos a Francia.
El testimonio de las dos religiosas retenidas como rehenes en la iglesia ha aportado datos cruciales sobre cómo aconteció el ataque. En una entrevista al semanario católico francés La Vie, explicaron que después del asesinato del sacerdote consiguieron entablar un diálogo con los atacantes. “Mientras haya bombas en Siria, continuaremos con los atentados”, les dijeron éstos.
El primer ministro francés Manuel Valls reconoció el viernes que el “fracaso” del seguimiento judicial de Adel Kermiche, que se encontraba bajo arresto domiciliario con un brazalete electrónico a la espera de juicio.
Entre mayo de 2015 y marzo de 2016, Kermiche estuvo en prisión durante 10 meses a la espera de juicio por haber intentado en dos ocasiones viajar a Siria. En contra de la opinión de la fiscalía, fue puesto en detención domiciliaria, con vigilancia electrónica. Abdel Malik Petitjean estaba fichado desde el 29 de junio, según una fuente cercana a la investigación.
Por otra parte, Austria entregó el viernes a Francia a dos hombres, un argelino y un paquistaní, sospechosos de haber querido participar en los atentados de París del 13 de noviembre.