Mariano Rajoy, presidente en funciones del gobierno español y líder del derechista Partido Popular (PP), anunció este jueves que aceptó el encargo
del rey Felipe VI y se someterá a la sesión de investidura para la elección de un nuevo gobierno tras siete meses de bloqueo institucional y dos elecciones de por medio. Con esta decisión, Rajoy deberá redoblar
las negociaciones con el resto de los partidos para intentar recabar los apoyos suficientes para ser elegido.
Tras los comicios del pasado 26 de junio –los segundos celebrados en seis meses– el Parlamento español quedó fragmentado en cuatro bloques: el PP, con 137 diputados; el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con 85; Podemos, con 71; y Ciudadanos, con 32. El resto de escaños hasta sumar 350 son de nacionalistas de País Vasco, Cataluña y Canarias. Ningún grupo tiene mayoría absoluta, por lo que es necesario llegar a acuerdos para formar gobierno sin convocar, por tercera vez, a elecciones.
Rajoy dijo que intentará formar una alianza de partidos constitucionalistas
, es decir, con PSOE y Ciudadanos, para formar un gobierno estable
, o bien, encabezaría un gobierno en minoría, siempre y cuando haya un mínimo de lealtad
del resto de grupos para aprobar las cuestiones urgentes
del país, es decir, los presupuestos y todas las medidas exigidas por la Unión Europea para mantener la estabilidad presupuestaria y reducir el déficit público