Noviembre 19, 2024

Manuel José Ossandón: ¿La bomba de racimo que destruirá la fiesta de Sebastián Piñera?

El vocablo populista lo usan los políticos ignorantes para endilgarlo a toda persona que pone en peligro su parcela de poder. En Chile del pasado, al único político que se puede calificar de populista fue Carlos Ibáñez del Campo – su gobierno no fue ni la sombra de Getulio Vargas, en Brasil, y de Juan Domingo Perón, en Argentina -.  Sería bueno recordar la diferencia entre populista y popular.

 

 

Manuel José Osandon,  un ricachón, medio agrario, que dio sus primeros pasos arriba de un caballo, en Pirque, en lo mal llamado “temas valóricos” que, en esencia, son políticos, es enemigo del aborto, del matrimonio igualitario y de otro proyecto que ponga en cuestión la “Sagrada Escritura”, que forma parte inherente de la fe de los ricos guasamacos y los fascistas pobres; de los seguidores de Fernando Karadima a los “canutos” que predican en las poblaciones y plaza públicas, es decir, personas fanáticas papistas y antipapistas.

Ossandón se confunde cuando sostiene que su posición integrista corresponde sólo al terreno de lo personal, pero la verdad es que en fondo siempre es una posición política que consiste en la invasión de la religión en los asuntos de Estado – “a Dios queremos en nuestras leyes, en las escuelas y en el hogar…”.

En la actualidad, la categoría de “ciudadano” ha perdido su verdadero significado convirtiéndolo en un consumidor, a quien le dirige un mensaje segmentado, en que se divide en el dirigido a los viejos, otros a las mujeres, otros a los jóvenes, otro a los ricos y otro a los pobres. Está claro que, en las próximas elecciones votaremos solamente los añosos, es muy fácil dirigirse a este estamento de la sociedad, pues basta con la promesa de una salud publica   decente y un cambio en el sistema de pensiones, pero como ambas promesas será una mentira flagrante, nosotros ya estaremos muertos, por consiguiente, el control es imposible.

Ossandón es el genio del lugar: en este su habilidad le ha permitido superar a Gustav Flaubert en la recopilación de “frases hechas”, que tanto gustan a los consumidores.  En el caso de Ossandón, su estilo directo, con expresiones populacheras, le ha dado, hasta ahora, mucho éxito, de Ossandón, como por ejemplo, criticar la corrupción de la UDI, que se deriva, como consecuencia lógica, a Renovación Nacional, sobre todo que muchos de los formalizados insistan en presentarse como candidatos a alcaldes y concejales de Chile Vamos.

Otra frase genial ha sido el presentar al ex Presidente Piñera – el Berlusconi – chileno, como el candidato de la UDI. Ossandon devela lo evidente, es decir, que Felipe y José Antonio  Kast, Francisco Chahuán y Alberto Espina – el siútico de Zapallar – son candidatos de broma, pues apenas aparezca Piñera se van a ceder, gustosos, a su millonario jefe. Ossandón, con lógica mínima, se dio cuenta de que en el Chile Vamos no  se va a realizar ninguna primaria para elegir el candidato presidencial. Con la rapidez mental que lo caracteriza, renunció a su Partido, Renovación Nacional para intentar ejercer presión y, en última instancia presentarse como candidato en la primera vuelta.

Chile Vamos es una alianza sin sentido, donde los pequeños – Evópoli,  PRI y RN y UDI – en que su voto tiene la misma validez. En el fondo, Ossandón acierta en que la UDI siempre ha ejercido una dictadura sobre Renovación Nacional.

Los dos ancianos, Lagos y Piñera, que no fueron buenos gobernantes no las tienen todas consigo: aun cuando los consumidores “ciudadanos” se inclinen por el “partido del orden” y, además, que se crean la tontería de que estos personajes van a convertirse en salvadores de Chile, en el fondo, aún resta algunos con un mínimo sentido común  para darse cuente de que el futuro gobierno de estos dos políticos va a ser un verdadero desastre, lo que explica por qué en las encuestas “fraudulentas” para elegir candidato a alcalde de Santiago, el cada vez más insensato Joaquín Lavín, apenas empató con Felipe Alessandri – que ya se ha legitimado como concejal en la municipalidad de Santiago, llevando a la renuncia de Lavín y desarmando la máquina de “Silvio conciencia de todo el mundo.

La alianza Chile Vamos se ha mostrado incapaz de hacer oposición: ni siquiera logró los votos necesarios para interpelar a la ministra de Justicia, Javiera Blanco, cuya gestión ha sido un desastre, en un gobierno que ni siquiera gobierna. Lo lógico sería que la oposición se aprovechara de esa debilidad extrema para ganar votos, pero la realidad es que Chile Vamos, sumado Nueva Mayoría tiene apenas un 30% de apoyo en las encuestas de opinión.

Si Ossandón se presenta a la primera vuelta, tendría muchas posibilidades de aguarle la fiesta a Piñera y, en una de estas, por qué no logra pasar a la segunda vuelta, encarnando un social cristianismo desfasado en el tiempo y convertirse en la expresión de muchos de los anhelos de los fachos pobres, sobre la base de un lenguaje directo que justo da en el blanco en la crítica al sistema político actual. Si revisamos la historia, podría ser una especie de general Georges Boulanger contemporáneo.( Entusiasmo a la izquierda y derecha francesa)

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

21/07/2016               

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