Un camión embistió este jueves a la multitud que celebraba el Día de la Bastilla en esta ciudad del sur de Francia, mató al menos a 80 personas y dejó un número indeterminado de heridos, 18 de los cuales se encuentran en estado crítico, dijeron las autoridades locales. El vehículo iba lleno de granadas y explosivos. Tras atropellar a decenas de personas, el conductor bajó con un arma y disparó contra la gente, que huía aterrada, antes de ser ultimado por la policía.
Las autoridades locales anunciaron que el ataque es investigado por las expertos antiterroristas franceses, a pesar de que la agresión no ha sido reivindicada por ninguna agrupación.
De acuerdo con la televisora BBC, de Londres, el atacante fue un francés de origen tunecino, según los documentos de identidad hallados en el vehículo.
En mensaje en cadena nacional, el presidente de Francia, François Hollande, confirmó que en el atentado murieron decenas de personas, incluidos niños.
“Francia ha sido golpeada durante su fiesta nacional… el símbolo de libertad. Extendemos nuestra solidaridad a las víctimas y sus familias. Hemos desplegado todos los medios para ayudar a los heridos. Francia, en su totalidad, está bajo la amenaza del terrorismo islámico. Hemos demostrado que nuestra vigilancia ha sido absoluta y nuestra determinación es tenaz. He decidido que el estado de emergencia, que supuestamente terminaría el 26 de julio próximo, se extienda otros tres meses”.
El mandatario agregó que se llamó a reservistas militares para apoyar a las fuerzas policiacas y de la gendarmería, especialmente para el control de fronteras.
Nada nos hará desistir de nuestra determinación de combatir al terrorismo. Fortaleceremos nuestros esfuerzos en Siria e Irak contra quienes nos han atacado en nuestro propio territorio, concluyó Hollande.
El ataque se produjo en el Paseo de los Ingleses, la rambla costera de esta ciudad turística de la costa Mediterránea, que estaba abarrotada de ciudadanos en el día de la fiesta nacional para presenciar los fuegos artificiales por el aniversario de la Revolución Francesa.
Cuando el camión blanco se estrelló a gran velocidad contra la multitud, se generó pánico. Por el momento permanezcan en sus domicilios, pidió en su cuenta de Twitter el presidente de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, Christian Estrosi.
Se está privilegiando la pista terrorista, indicó una fuente cercana a la investigación.
En París se informó que la justicia antiterrorista se hizo cargo de la investigación. Fuentes policiacas agregaron que el camión de carga estaba repleto de granadas y explosivos.
En un principio se dijo que el atacante se había refugiado, armado, en un restaurante, lo que hizo temer que se desencadenara una toma de rehenes, pero esa versión fue desmentida por la policía.
Cientos de personas utilizaron la red de Twitter con la esperanza de localizar a familiares y amigos que habían asistido al acto y que no se habían reportado.
La matanza ocurrió ocho meses después de los atentados de París, en los cuales suicidas del grupo yihadista Estado Islámico (EI) mataron a 130 personas en varios ataques coordinados, el pasado 12 de noviembre.
Este jueves, en Niza, el fiscal Jean-Michel Prêtre dijo que el balance de 80 muertos era provisional. Precisó que el camión circuló 2 kilómetros, muchas veces maniobrando en zigzag, en medio de la multitud, arrollando a los paseantes.
Poco antes, el subprefecto del departamento Alpes Marítimos, Sebastien Humbert, confirmó que hubo un intercambio de disparos y el conductor fue abatido.
El diario británico The Guardian informó que la táctica de conducir un vehículo pesado a lo largo de varios kilómetros con la intención de atropellar al mayor número de gente posible fue recomendada hace varios años en una revista, llamada Inspirar, que era cercana a la red islamita Al Qaeda.
Vimos gente herida (…) escuchamos gritar a muchas víctimas, relató un reportero de la agencia francesa Afp en el sitio. Era un caos, agregó.
Medios locales relataron que algunos hoteles de la zona, famosa por el turismo, estaban funcionando como hospitales provisionales para atender a los heridos.
Fuerzas militares y grupos especiales de la policía cerraron el área, señaló otro reportero de la misma agencia, quien confirmó la llegada de gran cantidad de ambulancias y vehículos de socorro, mientras decenas de cadáveres permanecían alineados en el suelo.
Tras el ataque, se informó que el presidente Hollande “habló con (el primer ministro) Manuel Valls y con (ministro del Interior) Bernard Cazeneuve (…) Regresa a París, directamente a la célula de crisis”, precisó una fuente gubernamental.
Lo ocurrido en Niza, ciudad vecina a Mónaco y cercana a la frontera con Italia, es un evento de extrema gravedad, señaló el portavoz del ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet.
Horas más tarde, Estrosi declaró: “Esta es la peor catástrofe ocurrida en nuestra región en la historia moderna. Ahora debemos movilizar a todos nuestros servicios, todos los sicólogos y voluntarios para ayudar a muchas personas.
“Trabajaremos con los imanes, sacerdotes y rabinos que se nos unirán para ayudar a las víctimas y a sus familiares, cuyas heridas quizá jamás se cerrarán… Quiero agradecer a las personas que espontáneamente ayudaron a los heridos y que esta noche nos han demostrado que la solidaridad aún existe en un mundo egoísta e individualista.”
El alcalde agregó que un alto mando de la policía murió durante el ataque.
Este atentado se produce en un momento en que Francia interviene militarmente, como parte de una coalición internacional, en Siria contra los yihadistas del EI.
Es el segundo ataque más sangriento perpetrado en Europa en años recientes, superado sólo por el atentado múltiple en París de noviembre pasado.
Francia ya había sido golpeada por la violencia en los atentados del 7, 8 y 9 de enero de 2015, contra la revista satírica Charlie Hebdo y un supermercado kósher, que dejaron 17 muertos, a los cuales siguieron otros ataques y tentativas.