El presidente de la empresa española Sacyr, Manuel Manrique, aseguró hoy que la ampliación del canal de Panamá es un hecho extraordinario, construido en un plazo récord, cuyo balance es “enormemente positivo” y que ha supuesto un éxito para la compañía, para la ingeniería española, para toda España y para Panamá.
“El balance es enormemente positivo a pesar de los momentos difíciles”, señaló en un acto de la Marca España en el que se presentó la iniciativa “España Construye”.
Sacyr lidera el consorcio encargado de realizar las obras de ampliación del Canal, junto con la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa, por un valor superior a los 3 mil millones de dólares.
Entre los retos que ha supuesto construir un tercer juego de esclusas, Manrique destacó la planificación, la logística o la innovación ya que el proyecto tenía pocas similitudes en el mundo de las infraestructuras.
Asimismo, agradeció a Panamá, al Gobierno español, a todos los trabajadores y subcontratas que han “hecho un ejercicio de responsabilidad global para hacer una historia de éxito”.
Por su parte, la embajadora de Panamá en España, María Mercedes de la Guardia de Corró, calificó de “modélica” la licitación del canal que ganó Sacyr en 2009 y aseguró que los clientes de esta infraestructura “se sienten satisfechos” con la gestión de la misma, llevada a cabo por Panamá desde el año 2000. “Nos sentimos profundamente orgullosos”, aseveró la embajadora, ya que el canal de Panamá “está construido en un país pequeño pero es relevante para toda la humanidad”.
El alto comisionado de la Marca España (organismo que se encarga de mejorar la imagen de este país), Carlos Espinosa de los Monteros, aseguró que la ampliación del canal de Panamá “demuestra la capacidad de nuestra tecnología y nuestro talento”.
“Todos los españoles nos podemos sentir orgullosos de esta obra”, ha comentado al respecto.
La ampliación del canal de Panamá, esta emblemática obra ha dejado magnitudes de vértigo: hormigón equivalente a 2 pirámides de Keops, acero para levantar 22 torres Eiffel, el empleo de 10.000 trabajadores o el rescate de 4 200 animales.
Sismicidad, fallas activas, 9 meses de lluvia al año, trasladar 16 compuertas con un peso total de 50 mil toneladas, coordinar 10 mil trabajadores de 40 nacionalidades y no afectar a la navegación existente, han sido algunos de los desafíos a los que se ha enfrentado este reto en la historia moderna de la construcción.