Los que nos formamos en la teoría marxista y en la dialéctica sabemos que los procesos avanzan negando lo existente. Y que volviéndolo a negar se crean nuevas formas superiores a las originales.
¿A qué se debe esta introducción?
A que hay que ser ciego para no ver que en nuestra América se está cerrando un ciclo de “izquierdismo” que pone fin a una ola de “populismo” que lideró en casi todos los países del continente.
¿En qué consistió ese populismo”
En plantear un cambio en la distribución de la renta nacional que favoreciera a los más pobres, sin alterar en el fondo el régimen capitalista, que está basado en el trabajo asalariado y en la existencia de un libre mercado muy poco regulado. Generalmente esos procesos fueron encabezados por líderes carismáticos que aprovecharon una abundancia de recursos financieros provenientes de una coyuntura transitoria en cada país. El caso más ejemplar ha sido el del dirigente Lula en Brasil , quien prometió “un plato de comida caliente al día para cada brasilero”. Se lo proveyó a casi 50 millones de los más pobres , fue presidente de Brasil durante dos periodos y hasta hoy es el político más popular en su país.
Estos líderes muy personales han ido perdiendo batallas en el continente y parece que se está viviendo un cambio de ciclo, que se aleja de los gobiernos “izquierdistas” y se vuelve a los esquemas de derecha política y económica.
Argentina , Brasil , Venezuela ya están en proceso de cambio .
Ecuador , Perú y Chile parece que están en la lista.
¿Por qué se alejan del izquierdismo esos gobiernos?
Porque el sistema capitalista es un sistema económico complejo
que se guía por la búsqueda de la máxima rentabilidad para el
capital financiero. Si una redistribución del ingreso disminuye la
rentabilidad del capital éste fluye, como un líquido, hacia donde
encuentre mayor rentabilidad y menores riesgos. Esto explica, en
parte, por qué redistribuir el ingreso , sin cambiar el sistema
capitalista, provoca baja de la inversión, bajo crecimiento e
inflación. Sólo en ciertos casos puntuales en que un país es muy
rico en recursos naturales, como petróleo , cobre ,tierra cultivable
y/o mano de obra muy barata, las inversiones siguen fluyendo
para aprovechar esas ventajas, hasta que otros países ofrecen
condiciones que en conjunto sean más favorables.
¿qué significa esa lógica que rige el capitalismo moderno y globalizado?
Que para la próxima negación del sistema capitalista por una gran
corriente de izquierda, la redistribución del ingreso debe ser
también acompañada, por un ´profundo cambio en el sistema
social, en la propiedad de los medios de producción y en la forma
de producir. Deberá darse una educación para el trabajo en
términos sociales.
Aprendimos de Lenin que las grandes ideas programáticas no pueden introducirse artificialmente desde los partidos y movimientos políticos hacia las masas trabajadoras . Éstas deben surgir desde el inconsciente colectivo, espontáneamente. Un buen ejemplo de ese proceso lo hemos tenido en Chile con el fin del lucro en la educación. No lo planteó ningún partido político, pero fueron los hijos de los trabajadores y de padres de clase media, que sintiendo el peso de sus deudas, sobre ellos y sobre sus hijos, hicieron actuar a los estudiantes, de todo nivel, para crear la necesidad de movilizarse. Y se movilizaron en 2006 y en 2011 a veces desfilando familias completas. En Chile todavía estamos viviendo los efectos de esa movilización que salió del inconsciente colectivo, al margen de los partidos. Ese inconsciente no surgió del vacío o de grandes ideas, sino que de factores materiales (el endeudamiento masivo de las familias).
Lo que viene en Chile a continuación es hacer carne en las grandes masas la idea de que es indispensable una nueva constitución política y para ello las masas trabajadoras en las que incluyo a las clases medias deben sentir que una nueva constitución es indispensable para garantizar una sociedad más justa y equitativa.
Tal vez el golpe que el Tribunal Constitucional ha asestado al movimiento sindical chileno , sea un empujón esclarecedor para que los trabajadores chilenos se incorporen a la lucha por el cambio de la Constitución de 1980.Este es un proceso que tomará años para que la necesidad de una nueva constitución que reorganice el país y garantice una mejor y una más amplia democracia se haga algo tan indispensable para la gente , que se transforme en un movimiento incontenible que derrote a los sectores más reaccionarios que dominan el país.
Tal vez el factor determinante en ese vuelco, lo dará la generación joven, que formada en las movilizaciones estudiantiles, ha expresado su repudio a la política y lo ha hecho absteniéndose masivamente de participar en las elecciones. Un vuelco en esa masa joven sería el impulso más importante para orientar y dirigir el cambio constitucional que Chile necesita.
Sorprendentemente ese cambio se está produciendo en EEUU. Cuando nadie lo pensaba, la candidatura de Bernie Sanders que se declara “socialista democrático” está corriendo la más memorable campaña vista para la presidencia . Casi de la noche a la mañana ha cambiado la imagen del socialismo para millones de personas y ha logrado un gran apoyo para una política favorable a las clases trabajadoras y para un futuro más radicalizado especialmente entre los norteamericanos menores de 30 años. La campaña de Sanders ha juntado cifras records de asistente a sus proclamaciones , lleva más de 7 millones de votantes en las primarias que aún no terminan y muestran el surgimiento y crecimiento de una nueva rebelión clasista y de un nuevo programa revolucionario.
ES LO QUE DEBEMOS IMPULSAR EN CHILE
Mayo 2016