El rey de España, Felipe VI, en su calidad de jefe del Estado español, confirmó este martes el fracaso de todos los partidos políticos, sobre todo de los cuatro principales: el Partido Popular (PP), el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Ciudadanos y Podemos, en la construcción de acuerdos para formar un gobierno estable.
Cuatro meses después de los comicios generales la situación sigue estancada, por lo que la única salida es la convocatoria a nuevas elecciones, que se llevarán a cabo el próximo 26 de junio.
El socialista Patxi López, presidente del Congreso de los Diputados, confirmó que el monarca no propuso a ningún candidato a la presidencia del gobierno para celebrar una nueva sesión de investidura, con lo que se enterraron definitivamente las esperanzas de alcanzar algún acuerdo de última hora.
La primera votación para una eventual investidura se tendría que haber celebrado este sábado, para lo que era necesario presentar a un candidato con posibilidades de ser elegido el miércoles, explicó López, en una breve rueda de prensa.
El próximo 3 de mayo, una vez agotados los plazos fijados por la ley, el propio López anunciará la disolución de las cortes y la convocatoria a nuevas elecciones.
Todos los partidos iniciaron ya sus respectivas campañas y se dirigieron ataques, además de acusarse mutuamente del fracaso de las negociaciones para alcanzar un acuerdo que permitiera formar gobierno para los próximos cuatro años.
Los últimos sondeos confirman en cualquier caso que en los próximos comicios, a celebrarse este martes, arrojarían un escenario parecido al actual: con el PP como primera fuerza, pero sin los apoyos necesarios para gobernar, al igual que el PSOE, que se mantendría segundo. Podemos e Izquierda Unida (IU), de ir juntos, tampoco superarían en votos a los socialistas, y Ciudadanos sumaría algunos diputados, pero insuficientes para ser la llave del futuro gobierno.