Noviembre 19, 2024

Fidel y “el Hermano Obama”

Fidel ha sido y es, más allá de los años, las graves enfermedades y el retiro obligado, un hombre que se informa acerca de los jefes de Estado, particularmente de los EEUU con los que trata y ha debido lidiar desde 1959 y agudamente. Han sido once.

 

 

En su columna de un par de días después de la visita de Obama a Cuba llamó al actual Presidente de los EEUU “el Hermano Obama”. Así la tituló.

La columna fue muy leída en Cuba, en EEUU y en otros países. Incluso fue respondida brevemente por un vocero de la Casa Blanca. Fidel Castro estuvo ausente en las ceremonias y los discursos de ambas delegaciones en la visita de Obama. Habló entonces como desde tras las bambalinas del Gran Teatro cubano de hoy, como un apuntador por momentos desordenado y lleno de ideas por transmitir en corto espacio, pero suficientemente claro.

En lo que podríamos llamar simbólicamente el Gran Teatro cubano de hoy, aún bloqueado y necesitado de grandes inversiones, el país camina por una cornisa de la que puede avanzar hacia una dura primavera o precipitarse en una aventura similar a la rusa o la china.

Nunca en sus anteriores reflexiones públicas sobre Obama, que han sido muchas, y por cierto críticas, Fidel Castro llamó “hermano” al actual Presidente de los EEUU. Y nunca llamó tampoco “hermano” a uno de los once presidentes de los EEUU con los que se ha enfrentado en vida.

Obama fue siempre para F. Castro “Obama” o simplemente “el Presidente Obama”. Ahora, al menos en el título del importante artículo o columna, hay un cambio significativo y críptico.

Los cubanos no suelen tratarse de “hermanos” como sí lo hacen, entre otros, los socialistas bolivianos, los sandinistas nicaragüenses y los musulmanes en lucha. Hasta 1990 todos fueron compañeros. Después casi todos compañeros y algunos “señores”.

¿Por qué ahora “el hermano”Obama? Si se trató de un apelativo fraternal, el contenido duro y a ratos irónico de la columna lo disuelve y lo deja volando.

Aunque Obama no es negro sino mulato es hijo de negro africano y es llamado el primer Presidente negro de los EEUU. Y ya sabemos el rol en el esclavismo y después que los negros y mulatos han corrido, como personas y sector social, en los EEUU.

El gobierno de “los Castro”, como se le llama ahora fuera de Cuba, eliminó de raíz el racismo de Cuba hace años, cuando campeó, afortunadamente, el igualitarismo social y racial y sólo hay aún señales de la vieja epidemia en algunas prácticas que empiezan a resucitar con la agudización de la crisis económica de después de los noventa.

Cuba, bajo la dirección de Fidel Castro, y de destacados generales como Arnaldo Ochoa y Cinta Frías, luchó militarmente en el cuerno de África y en Angola en contra del estado racista de África del Sur, al que derrotó en grandes batallas, como la de Cuito Canavale, en la que participaron 40 mil soldados cubanos. En parte de su columna Fidel Castro recuerda y le recuerda a Obama: “En una lucha que se prolongó no menos de 15 años…se escribió una página honrosa por la liberación del ser humano”.

Nelson Mandela, la gran figura africana, señaló en 1991 refiriéndose a las campañas políticas norteamericanas contra Cuba “¿Quiénes son ellos para hablar de derechos humanos en Cuba?” y agregó, al salir de la cárcel, “Estamos en deuda con Cuba por la libertad de Angola, de Namibia y el gran avance de nuestra lucha en África del Sur”.

En Kenia, país de origen de la familia paterna de Obama, el impacto de Cuba en África también seguramente se escuchó. Kenia es limítrofe con Etiopía y Somalía, países en que la presencia cubana y sus combates fueron muy fuertes.

Barack Obama padre, vivió sus primeros treinta años en su país colonia de Gran Bretaña, que sólo se independizó en los años sesenta, los primeros años de la revolución de Fidel Castro.

La keniana a quien Obama quiere y considera su abuela, la segunda esposa de su abuelo biológico, aún vive en Kenia, así como otros familiares.  

Kenia es uno de los países más pobres del mundo, comparable en cifras con Haití, no con Cuba. Su per cápita es de poco más de mil euros al año, y su expectativa de vida de 20 años menos que la cubana. No tiene ni salud ni educación gratuitas y sí un porcentaje muy alto de pobreza (casi el 50%) analfabetismo y desnutrición. Sus regímenes políticos desde los sesenta han sido claramente dictatoriales.  El Índice de desarrollo humano del PNUD (ONU) ubica a Cuba en el lugar 67 del mundo y a Kenia en el 145.

Fidel está al día, además, acerca del trato discriminatorio que aún reciben los negros en los EEUU. Uno de cada 65 jóvenes negros muere hoy asesinado por policías en EEUU. Y en 2015 más de mil negros y mestizos murieron en manos de la policía, asesinados en las calles.

Pero Fidel no quiso que el hermano Obama se fuera de Cuba, en su primera visita como Presidente de EEUU,  llamando a olvidar y dando clases sobre derechos humanos, en medio del aplauso de buena parte de los habitantes de la isla y del pragmatismo protocolar de Raúl Castro.

El más viejo de los Castro (muerto recién su hermano mayor, Ramón) llamó a los EEUU “el imperio” y de ello se desprende que, para él, la actual negociación en marcha no es simplemente entre dos países, EEUU y Cuba, sino entre Cuba y el imperio…”No necesitamos que el imperio nos regale nada” señaló, “sacando pecho” y reiterando esa dignidad gallega y cubana que muchos admiran y otros rechazan.

Respondió las palabras de Obama que llamaron a “Olvidarnos del pasado, dejemos el pasado, miremos el futuro, mirémoslo juntos, un futuro de esperanza”, retrucando “(Obama) utilizó las palabras más almibaradas…se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del Presidente de los EEUU”. “Las pronunció tras un bloqueo despiadado que ha durado casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, a un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?”

Fidel Castro, después de todo, ha tenido la suerte que otros famosos revolucionarios no han tenido: la de poder hablar de su revolución 60 años después de su inicio y 57 años después de su triunfo. Lenin murió a los 54 años, cuando su revolución rusa tenía solo 7 años desde el triunfo.  Stalin tenía 75 años cuando murió y la URSS apenas 36 años de existencia. Mao, 83 años y 27 años desde su llegada al gobierno. Chou En Lai murió a los 79, cuatro años antes de la retirada de los EEUU (1973) y ocho antes del triunfo vietnamita definitivo (1976). Fidel Castro mira en perspectiva histórica lo hecho, y defiende su revolución antes de partir y despedirse inexorablemente.

La columna sobre “El hermano Obama” dista de ser la célebre “La historia me absolverá”, el alegato del abogado Fidel Castro en prisión hace 63 años, cuando tenía 27 de edad. Pero ese viejo título tiene validez para el Fidel Castro de hoy.

 

 

 

 

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