No cabe duda de que en un futuro, ojalá no muy lejano, bolivianos, chilenos y peruanos viviremos en paz y armonía. A menos que queramos perpetuar fronteras minadas y militarizadas, prejuicios odiosos y estupidez cultural, una insensatez repudiable.
El futuro fraternal, no idealizado pero sí sincero, cara a cara, cada uno con lo propio y disfrutando a la vez de lo común compartido, está al alcance de la mano. Seguimos haciéndolo esperar, postergándolo en el tiempo, conservando viejos muros y levantando nuevos.
El requisito es cambiar nuestras concepciones. Entender a nuestro país y el conjunto suramericano con una forma de pensar que no es nueva, sino centenaria, y que lamentablemente hemos perdido por el camino desgraciado de acentuar y hacer prevalecer los egoísmos propios de cada estado-nación enfrentado con sus pares, con sus hermanos republicanos de origen.
Así, leyendo el libro La Independencia del Perú, de Benjamín Vicuña Mackenna, (Editorial Francisco de Aguirre, año 1971), encontramos la siguiente cita que alude a la llamada “Sociedad de Cádiz”, centro de reunión, a principios del siglo XVIII, de un conjunto de insurgentes americanos de paso por aquella hermosa ciudad andaluza:
“En aquella feliz época todos los americanos nos tratábamos con la mayor fraternidad, todos éramos amigos, paisanos y aliados en la causa común de la Independencia; no existía diferencia de Peruano, Chileno, Boliviano, Ecuatoriano, Granadino etcétera, que tanto han contribuido a debilitar la fuerza de nuestras mutuas simpatías.”
En el caso particular que nos tiene enredados y confundidos a chilenos, peruanos y bolivianos la superación del conflicto pasa por el entendimiento y la mutua aceptación y aprecio natural que tenemos y nos debemos.
Hay que ponerse a pensar en desarrollar planes de vida que confluyan en el crecimiento y realización integral de personas y comunidades a un lado y otro de las fronteras.
Estudiando cómo puede contribuir al bienestar de cada sociedad su relación con las demás, favoreciendo todos los aspectos de la existencia humana, las demás especies, y el medio ambiente del cual dependemos.