Pakistán amaneció hoy conmocionado por el atentado suicida anoche en un parque público en la oriental ciudad de Lahore, que causó al menos 72 muertos y unos 330 heridos, la mayoría de ellos mujeres y niños.
Zaeem Qadri, el portavoz del gobierno de la provincia de Punjab, cuya capital es Lahore, explicó a la prensa que 29 de los fallecidos son menores.
Detalló que hasta el momento se identificaron 54 cuerpos con la ayuda de familiares, aunque aclaró que será imposible reconocerlos a todos por el estado de muchos cadáveres.
Haider Ashraf, subinspector general de la policía, detalló que un hombre detonó las bombas que llevaba adosadas a su cuerpo en el estacionamiento del parque Gulshan-i-Iqbal, a pocos metros de distancia de varios columpios infantiles.
Las llamas eran tan altas que sobrepasaron los árboles cercanos, vi cuerpos volando en el aire, relató Hasan Imran, un joven que paseaba por la zona, a la televisora Samaa TV.
El ataque fue reivindicado por un grupo perteneciente a Tehreek-i-Taliban Pakistán, una agrupación armada que se ha atribuido varios de los atentados más mortíferos en la historia reciente de esta nación asiática.
Las fuerzas de seguridad identificaron al terrorista como Muhammad Yousaf Farid, de 28 años, residente en el distrito de Muzaffargarh, en Punjab. Entretanto 15 personas, tres de ellas hermanos, fueron arrestados como parte de las investigaciones.
Las autoridades señalaron que en el momento de la detonación el lugar estaba lleno de féminas con sus hijos debido al feriado con motivo de la pascua.
Los heridos fueron trasladados a los hospitales de la urbe en taxis y autos porque las ambulancias no dieron abasto ante el alto número de lesionados.
Diversos medios de prensa reportaron que cientos de personas comenzaron a donar sangre en los diversos centros médicos de la urbe, declarados en estado de emergencia.
Pasamos por el parque para disfrutar del clima, señaló entre llantos Nasreen Bibi, cuya hija de dos años fue ingresada con heridas. ¿Qué clase de persona ataca a niños pequeños en un parque?, preguntó.
Esto es un acto bárbaro, denunció Rana Sanaullah, ministro de Justicia de la provincia de Punjab, cuya capital es Lahore.
El presidente Mamnoon Hussain, el primer ministro Nawaz Sharif, así como varios miembros de su gabinete, de los gobiernos provinciales y dirigentes opositores, condenaron enérgicamente el ataque.
Tras el ataque, Sharif encabezó una reunión de cuatro horas para dar seguimiento a la situación y monitorear las operaciones de rastreo contra los cómplices del atentado.
El jefe de gobierno pakistaní recibió una llamada telefónica de su homologo indio, Narendra Modi, para condenar la matanza.