Un vocero de las guerrilleras FARC reconoció el lunes que la mesa de negociaciones con el gobierno colombiano que se desarrolla en esta capital enfrenta algunas dificultades pero no está paralizada, apenas a dos semanas de la fecha anunciada por el presidente Juan Manuel Santos para la firma de un acuerdo de paz tras tres años de negociaciones.
Los comentarios del dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Carlos Antonio Lozada, se produjeron luego de la circulación de un audio en el cual, pese a lo avanzado del diálogo entre las partes, el máximo líder de la guerrilla, Timoleón Jiménez o Timochenko llamó a sus columnas a estar preparados por si el gobierno intentaba realiza alguna jugada de engaño.
“La mesa no está paralizada, se frenó un poco la discusión que tenemos en la subcomisión técnica sobre el tema del cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo”, explicó a periodistas Lozada pocos minutos antes de ingresar a la mesa de diálogo con su contraparte oficial que diariamente se reúne en Cuba.
Lozada aclaró que el comunicado de audio de Timochenko no es un documento público, sino que era una “circular interna”.
“El país y la comunidad internacional debe tener en cuenta que nosotros hemos sido sucesivamente traicionados en la palabra del estado colombiano”, expresó Lozada.
Aunque no dio detalles en qué punto específico la conversación que lleva ya tres años está más lenta, aclaró que “se quiere intimar una rendición por parte de la dirigencia y de eso no se trata, se trata de una desmovilización de una guerrilla”.
En septiembre pasado y luego de un singular apretón de manos entre Timochenko y Santos en Cuba en el marco del diálogo de paz, el mandatario había insistido en que el 23 de marzo se firmaría el acuerdo de paz. Sin embargo, la guerrilla no suscribió el límite de fecha y en varias ocasiones insistió en que sería concluir el proceso en ese plazo.
Aun así las conversaciones que iniciaron a finales de 2012 ya lograron acuerdos en cuatro puntos de una agenda preestablecida de seis: los problemas de la tierra, el combate al narcotráfico, la participación política y el resarcimiento a las víctimas.
Actualmente, hay un alto del fuego por parte la guerrilla, pero no del gobierno que sin embargo disminuyó los bombardeos.