La agencia de Naciones Unidas para la infancia, Unicef, sostuvo hoy que Siria, tras cinco años de conflicto armado, “es el lugar más peligroso de todo el mundo para los niños” pese a la frágil tregua vigente.
Además de los peligros que conlleva el conflicto, la organización denunció que de los 1.000 millones de euros que Unicef precisa en 2016 para abastecer a los niños y fomentar su educación en Siria, los donantes hasta ahora sólo pusieron a disposición un seis por ciento.
La coordinadora de ayuda de emergencia Genevive Boutin advirtió además que Unicef tiene registros de que ha habido un aumento en el reclutamiento de menores en Siria. Aseguró que los niños y jóvenes son enviados al combate tanto por terroristas como por rebeldes, milicias leales al régimen y agrupaciones kurdas.
De visita en Berlín, la representante vinculó la situación a la crisis migratoria que atraviesa Europa. “Vendrán millones de personas si no estamos dispuestos a hacer más allí”, observó.
La representante destacó lo mucho que podría hacerse por los refugiados en los países de origen y en sus países vecinos utilizando una mera fracción de los fondos que se destinan en Europa al cuidado y la integración de los recién llegados.
Quien no quiera aceptar refugiados, lanzó, debería aportar al menos a los fondos de reconstrucción.
El conflicto sirio comenzó en 2011 con manifestaciones pacíficas contra el Gobierno. Las protestas fueron reprimidas violentamente y en pocos meses las tensiones se agudizaron. Actualmente diversas agrupaciones luchan contra el Ejército de Bashar al Assad. En el conflicto también intervienen por aire potencias como Estados Unidos y Rusia.