La Coordinadora Feminista de Temuco extendió una declaración dando a conocer lo que denominan como “aconte cimientos públicos dictatoriales” con relación al acoso policial de que fueron objeto mujeres activistas que residen en la ciudad, esto, luego de actividades de conmemoración en el día internacional de la mujer trabajadora. Se extiende la declaración que fue emitida ayer jueves.
El 8 de marzo de 2016, en la ciudad de Temuco se desarrollaron actos conmemorativos del día internacional de la mujer, entre ellos una marcha que culminó con una performance teatral frente a la Catedral. Luego de la jornada, el grupo de mujeres que desarrolló la performance nos dirigimos al local “Los Toneles” para celebrar el éxito de la actividad. Una vez allí, pasados no más de cinco minutos, llega personal de la PDI informando que se encontraban en un procedimiento especial por el día de la mujer, en el cuál buscaban mujeres perdidas, razón por la cual debíamos hacer entrega de nuestras cédulas de identidad. Se trató de tres hombres, quienes esperaron a que llegáramos todas para hacer ingreso al local, razón por la cuál sabemos que nos estuvieron siguiendo. Ante el cuestionamiento de nuestra parte sobre lo ilógico del procedimiento (¿cómo es posible que se encuentre gente perdida en grupos de diez personas conocidas visitando lugares públicos?), los policías cambiaron su versión, señalando que se trataba solo de un control de identidad rutinario, estableciendo como motivo solamente el “cumplir con su trabajo”. Si bien existe un proyecto de ley de control de identidad preventivo impulsado por la UDI que busca retomar viejas prácticas de control y persecución por parte de Carabineros hacia la ciudadanía, esta ley aún no está aprobada, por tanto, su ejercicio atenta contra los derechos de la personas a transitar libremente.
A regañadientes entregamos nuestros carnet, pensando que no se trataba de un acto en particular dirigido a nosotras, sino que se estaba procediendo de la misma forma con toda la gente del local. Los oficiales llamaban a la central de la PDI para informar nuestros nombres y rut. Particularmente, increparon a la compañera extranjera preguntándole cuál es la razón de su estadía en Chile, etc. Al retirarse, preguntamos en las mesas aledañas si es que también habían sido controladas las identidades allí, siendo la respuesta negativa en todos los casos. Al consultar a trabajadores del local, caímos en cuenta que a las únicas personas a las que se les controló, fue a nosotras, las mujeres que participamos de la intervención artística que dio cuenta de la violencia cotidiana contra las mujeres por parte del Estado, Iglesias y Gobierno.
Denunciamos el trabajo de intimidación que la Policía de Investigaciones desarrolló contra nosotras, solo por el hecho de haber sido caras visibles de las actividades de esta conmemoración –en la que participaron casi 1000 personas-. Repudiamos las posibilidades de fichaje de actoras/es sociales que posibilita el proyecto de ley de control de identidad, siendo probablemente esa la razón del control, además de la intención de intimidar a las dirigentas. Despreciamos el accionar de la PDI que se presta para reproducir y perpetuar la represión de los movimientos sociales, incluido el movimiento feminista, que continúa siendo un movimiento que desafía la autoridad y el estatus quo, establecido por el patriarcado y todas sus formas de reproducción cultural y social. No descartamos el inicio de acciones legales, ya que consideramos el actuar de la PDI, además de ilegítimo, ilegal.
No nos intimidarán, no dejaremos la lucha, ¡Ni una muerta más! ¡Ni una mujer menos! ¡Si tocan a una, nos tocan a todas!